“El verano de Pedro Pascal”. Así bautizaron en el hemisferio norte la reciente temporada de estrenos cinematográficos que tuvo al actor chileno como protagonista de tres cintas practicamente en simultáneo: Materialists, comedia romántica junto a Dakota Johnson y Chris Evans, dirigida por Celine Song; Eddington, donde actúa con Joaquín Phoenix; y Los 4 Fantásticos: Primeros pasos, la película de superhéroes donde interpreta a Reed Richards y que hasta el momento ha recaudado US$ 469,5 millones a nivel mundial.
Incluso Liam Neeson bromeó sobre la aparente ubicuidad de Pascal en una presentación de su película ¿Y dónde está el policía? (donde nació su romance con Pamela Anderson). “Spoilers: no hay zombies, no hay superhéroes y no aparece Pedro Pascal en el film”, dijo Neeson haciendo reír al público.
No siempre fue así. Se sabe que la fama le fue esquiva, que estuvo a punto de llegar a los 40 años habiendo conseguido sólo pequeños personajes o apariciones fugaces en series como Buffy la cazavampiros y Law & Order. Durante dos décadas combinó estos trabajos esporádicos con teatro y otros empleos que le generaban los ingresos mínimos para sobrevivir en Nueva York.
Frustrado, más de alguna vez pensó en dejar de lado el sueño de ser actor y convertirse, quizás, en profesor de actuación en un colegio. Su familia y amistades le insistían que no renunciara: desde los 4 años quiso ser actor, y su momento ya iba a llegar.
Difícilmente podrían imaginarse cuán inmenso sería.
También sabemos que Oberyn Martell, su breve pero encantador rol en la cuarta temporada de Game of Thrones, fue la catapulta que lo hizo convertirse en el detective Javier Peña de Narcos en 2015. Arrancó entonces en Chile la Pedromanía, que nos hizo emocionarnos como provincianos cada vez que se nos mencionaba como la tierra natal del galán maduro.
En 2020 Pascal saltó a Disney con The Mandalorian, siguió en las grandes ligas con la adaptación televisiva del popular videojuego The Last of Us y el año pasado como el general Acacius en Gladiador II.
En 2023 la revista Esquire lo nombró el hombre vivo más sexy del mundo. Pero si bien tiene millones de fans, también hay varios miles de personas que se saturaron de la figura casi omnipresente del actor. En las mismas redes sociales que explotan con cada una de sus apariciones estelares en alfombras rojas, de sus participaciones en programas de humor como Saturday Night Live o de sus chistes con acento latino, también aparece una tendencia “hater” que dice estar aburrida de verlo en todas partes o que critican sus posturas “woke”, como su férrea defensa a la comunidad LBQTQ+, y en particular a las personas trans, que lo ha enfrentado a la escritora inglesa J.K. Rowling. “Bullies makes me sick” (“me enferman quienes hacen bullying”), dijo recientemente en alusión a la autora de Harry Potter y su cruzada transfóbica. Respecto de los actuales conflictos armados, Pascal se ha pronunciado a favor de Ucrania y Palestina.
Amor u odio, según dicte el algoritmo. Los medios de comunicación claramente se mantienen dentro de los primeros. “Everyone Wants a Piece of Pedro Pascal” afirmó la portada de Vanity Fair a finales de junio, con una larga entrevista a cargo de la periodista Karen Valby que acompañaba una viralizada sesión de fotos que mostró al actor en todo su esplendor con 50 años recién cumplidos el pasado 2 de abril.
La semana pasada un artículo del medio estadounidense Politico incluso fantaseaba sobre la posibilidad de Pascal entrando a la arena política como potencial gobernador de California.

Heridas y anhelos
Sus apariciones son infinitas, no así las entrevistas donde hable en profundidad. En Vanity Fair abrió su corazón y volvió a contar parte de la historia de su vida.
José Pedro Balmaceda Pascal nació el 2 de abril de 1975, tres años después de su hermana Javiera. Tenía apenas seis meses cuando sus padres, el médico José Balmaceda y su mujer, la psicóloga Verónica Pascal, se tuvieron que asilar en la embajada de Venezuela. Los buscaba la dictadura tras haber escondido a Andrés Pascal Allende, mirista y pariente cercano.
Él y su hermana se reencontraron meses después con sus padres para abordar el avión que los alejaría de Chile rumbo a Aarhus, Dinamarca. Luego se instalaron en San Antonio, Texas (EEUU), donde el doctor Balmaceda siguió estudiando y Verónica completó un PhD en psicología infantil.
José “Pepe” Balmaceda junto a sus hijos Pedro y Lux en el estreno de Gladiador II.
Pedro no vivió en Chile más que los primeros meses de su vida, pero sí venía a pasar los veranos con su familia extendida y montones de primos cercanos, entre los que se encuentra la periodista Paula Coddou y la gestora cultural, Juanita Mir. Al primo gringo le decían Pepelo, contó Coddou en una entrevista exclusiva que le realizó al actor en 2017.
El matrimonio Balmaceda Pascal se trasladó a California, donde nacieron dos hijos más: Nicolás y Lux. Pedro ha contado que sufrió como estudiante de la Escuela Secundaria Corona del Mar, en Newport. Que era un niño muy sensible, ya amante del cine, y sus compañeros lo molestaban. Lo salvó su madre cambiándolo a una escuela de artes en Orange County. En 1993 partió a estudiar actuación a Nueva York.
Dos años después sus padres volvieron a vivir a Chile junto a sus hijos menores, luego de que el doctor, que entonces trabajaba en la clínica UC Irvine, fuera acusado de intercambio irregular de óvulos y evasión tributaria. Al poco tiempo el matrimonio se separó. Balmaceda siguió destacándose como especialista en medicina reproductiva. Verónica se quitó la vida el año 2000, cuando Pedro tenía 24 años. Y esa herida lo atraviesa hasta el día de hoy, contó en Vanity Fair. La pena lo acompaña incluso cuando sonríe frente a miles de cámaras en glamorosas alfombras rojas.
En honor a su madre, usa Pascal como primer apellido. Por eso, dos días después de que se cumplieran 23 años de su muerte, el actor, al cerrar su primera aparición como invitado en Saturday Night Live, mencionó a sus padres celebrando el coraje de haber dejado una dictadura atrás. Por eso, Chris Martin, de Coldplay, le dedicó en el mismo programa su canción Fix You.
La hermandad BP
“Médico y padre de cuatro hijos todos sensacionales”, es la descripción de José Balmaceda Riera en su Facebook. Y en su estado de WhatsApp, que data de diciembre de 2023, dice: “No me pidan más cosas del Pedro”.
El doctor siempre se ha declarado fan absoluto de su hijo actor. Hace un par de semanas conversó con los medios presentes en la avant premiere chilena de Los 4 fantásticos. Contó que había viajado a Inglaterra y acompañado a su hijo durante el rodaje de la película en los estudios Pinewood, cerca de Londres. Y comentó que sus compañeros de elenco -Vanessa Kirby, Ebon Moss-Bachrach y Joseph Quinn- eran todos muy simpáticos y para nada divos.
El éxito de Pedro encandila, pero cada uno de los hermanos Balmaceda Pascal brilla con luz propia en sus respectivas carreras. Javiera (53) vive en Estados Unidos y es una importante ejecutiva en Amazon Studios a cargo de producciones originales para Latinoamérica, Canadá y Australia, y productora de cintas como Argentina, 1985. Lux (33), la menor, es actriz, se graduó de Artes en el prestigioso Instituto Juilliard en Nueva York y por estos días aparece como protagonista de Miss Carbón, película dirigida por Agustina Macri (hija del expresidente Mauricio Macri) donde interpreta a una minera trans, y que se acaba de exhibir en Sanfic. Ambas hermanas suelen acompañar a Pedro en festivales, eventos y alfombras rojas.
Nicolás Balmaceda y Pedro acompañan a su hermana Lux en su graduación de Juilliard.
En Chile, lejos de los focos, vive Nicolás (38), el más desconocido del clan. Es médico cirujano de la Universidad de Chile, tiene un magister en Neurobiología y neurociencias en Columbia, Nueva York, y actualmente cursa un magister en ciencia de datos en la PUC. Balmaceda ha seguido una línea de investigación en neurociencias que trata de establecer vínculos entre neurodesarrollo, contexto sociocultural y eventos traumáticos. Actualmente trabaja como médico cientista de datos de la Unidad de Estudios y Proyectos del Hospital Santiago Oriente Dr Luis Tisné Brousse, en Peñalolén. Es también un aficionado a la astronomía y los cuerpos celestes.
Los cuatro hermanos son muy unidos, cuentan cercanos. Hay varias fotos de ellos circulando en Internet que dan cuenta de la hermandad. Sobre una próxima visita de Pedro a Chile, que suele venir a pasar Navidad o en el verano, el patriarca comentó en su última interacción con la prensa que sus hijos estaban organizando algo para fin de año.
La zona de Laguna de Zapallar, donde vive el médico ginecólogo, es uno de los lugares donde se reúnen. La última semana de 2019, José y sus cuatro hijos compartieron imágenes de una excursión familiar a las Torres del Paine.

Cómo se hace una estrella
A pesar de ser tan mediático, Pedro Pascal es excepcionalmente reservado con su vida privada. No quiere exponer a sus seres queridos, ha dicho. De su vida sentimental no se sabe nada oficialmente, más allá de especulaciones sobre romances que no han trascendido.
En Vanity Fair habló de uno de sus grandes amores, Gretta, la perra mitad pitbull que le salvó la vida dándole afecto y compañía durante años difíciles. Dijo que todavía se apena imaginando los lujos que hoy podría darle en comparación con las pellejerías que les tocó compartir cuando vivían en el barrio Red Hook.
Sí se sabe que es hombre de amistades. Una de sus íntimas es Grace Rowe, compañera de secundaria, hoy actriz y directora. De sus tiempos de estudiante de teatro en Nueva York, mantiene a la actriz Sarah Paulson, tan cercana como una hermana. Antes de hacerse famosos también se hicieron muy amigos con Oscar Isaac. Pascal es conocido por generar fuertes vínculos con compañeros con los que comparte set, como Lena Headey, Paul Mescal, Bella Ramsey y últimamente Vanessa Kirby, su pareja de ficción en Los 4 Fantásticos.
En su calidad de superestrella el actor trabaja con un equipo de profesionales. Su agente, y también amigo, es Franklin Latt, parte de la inmensa agencia de talentos Creative Artists Agency (CAA) que tiene como clientes a estrellas como Beyoncé, Cillian Murphy, Adrien Brody, Demi Moore, Robert De Niro y Pamela Anderson, entre otros cientos de nombres, no sólo del espectáculo, sino también del mundo de los deportes.
La moda es un elemento que ocupa un espacio importante en la imagen del actor, transformándolo también en fashion icon. Julie Ragolia fue la estilista a cargo de idear algunos de sus looks más llamativos desde 2023, como la sorprendente tenida de shorts negros y camisa roja que lució en la MET Gala de ese año. Ella también estuvo tras las botas altas de Saint Laurent que calzó Pascal en el estreno de la segunda temporada de The Last of Us. Su última colaboración juntos fue para el Festival de Cannes, con una comentada sudadera negra Calvin Klein que mostraba los brazos y el torso del actor.
Tal es la locura en redes sociales, contó Ragolia, que recibió amenazas incluso de muerte por parte de fans que desaprobaron alguno de sus atuendos más osados. Hace un mes anunció que había cumplido un ciclo y que se dedicaría a otros proyectos.
Actualmente Pedro está trabajando con Jamie Mizrahi, estilista que le ha dado un toque más clásico, como la tenida blanca de Tom Ford que vistió en el estreno de Los 4 Fantásticos. Mizrahi tiene 35 años, vive en California y tiene como clientas también a personalidades como Eva Mendes, Jennifer Lawrence y Meghan Markle.
Quien se encarga del rostro y peinado del chileno desde 2020 es Coco Ullrich. Ella también trabaja con actores como Dave Franco y Alison Brie, pero definitivamente Pascal es su estrella principal. Además, son buenos amigos y en alguna oportunidad la estilista y peluquera ha compartido en sus redes el backstage y los productos que han utilizado para engalanar al actor para algún evento.
Del Instagram de @cocoullrich
Los fans también se preguntan por la rutina de ejercicios y dieta para mantener al actor de 50 años en el buen estado físico que demandan personajes de acción como Joel de The Last of Us. Su personal trainer para esta producción fue David Higgins, entrenador de varios famosos, quien aseguró a la revista GQ que consistió en un entrenamiento minimalista con ejercicios simples, como sentadillas, push ups y tablas, combinados con calistenia y una dieta balanceada pero no tan restrictiva.
La asignatura pendiente
Vive viajando, pero su residencia por el momento está en Los Ángeles. Además de todo lo que implica ser una figura mundial: rodajes, vuelos con jetlag, rondas eternas de promoción y entrevistas, horas de entrenamiento y más, el próximo desafío profesional de Pedro Pascal es combinar su actual categoría de actor mainstream, rostro de Marvel, con la posibilidad de tomar más proyectos independientes o de autor que le den la oportunidad de profundizar actoralmente.
Él se enamoró del cine siendo muy niño, fue una pasión que le inculcaron sus padres y quienes lo conocen hace tiempo comentan que les gustaría verlo interpretando también otro tipo de roles. Hay varios directores consagrados con los que le queda trabajar, como Steven Spielberg, uno de sus ídolos de infancia. Otra meta por cumplir: dirigir cine. Probablemente, coinciden, Pedro Pascal seguirá exprimiendo su momento y disfrutando el éxito que tardó en llegar, para luego entregarle al mundo nuevas sorpresas.
Pedro Pascal en el Festival de Cannes