La productora chilena que estrenó en Estados Unidos el nuevo documental sobre Kanye West
El 19 de septiembre se estrenó en 494 salas de cine de Estados Unidos el documental In whose name? del joven realizador estadounidense Nico Ballesteros, quien filmó a la superestrella del rap -que actualmente usa el nombre Ye- por más de seis años. El lanzamiento de la cinta, que ha cosechado buenas críticas, estuvo a cargo de la productora chilena Blackstar Content. Aquí la historia.
Por: Por Sofía García-Huidobro Fotos: gentileza Blackstar Content
Publicado: Viernes 26 de septiembre de 2025 a las 15:57 hrs.
“Ballesteros, quien inició el proyecto a los 18 años, se esfuerza por retratar a un iconoclasta reflexivo sin excusar lo inexcusable”. New York Times
“In whose name?, la autopsia más convincente de la carrera de Ye, ofrece una imagen más completa de dónde y cómo todo salió tan mal”. The Guardian
“Ballesteros se metió en el caos y salió con el material. Para los completistas de Kanye entre nosotros, ese es el principal servicio público”. The New Yorker
“In whose name? podría funcionar como una crítica extensa de los medios en la era de las redes sociales”. Rolling Stone
Nico Ballesteros comenzó filmando a Kanye West -hoy Ye- en 2016 y a lo largo de seis años reunió más de 3 mil horas de grabación. Entonces tenía 18 años y consiguió un acceso inédito a la estrella del rap, a quien muestra con todo su glamour, pero también sus facetas más oscuras: como su apología al nazismo y sus discusiones con su ahora exmujer Kim Kardashian.
En la película aparecen otras figuras como Elon Musk, Rihanna y toda la familia Kardashian, por supuesto. En una escena se muestra a Ye hablando a Jared Kushner antes de entrar a la Casa Blanca a reunirse con Donald Trump. También sale Charlie Kirk, el activista ultraconservador que fue asesinado por un francotirador.
Ballesteros estudiaba en el High School of Arts de Orange County, en Los Angeles. Tenía vocación audiovisual y quería entrar al mundo de la música. Como tenía a su disposición los equipos del colegio, le escribió a una serie de músicos y les ofreció colaborar con ellos y grabarles videoclips.
Así llegó hasta Kanye West, quien habitualmente era seguido por varias cámaras. Ballesteros, sin emitir palabra, se fue quedando cuando el resto ya no estaba. Como una mosca pegada a la pared, ha descrito, muchas veces filmando con su iPhone. Entró al círculo de confianza y permaneció en él durante años. Con West tuvo una buena relación, dice que con el tiempo se transformó en una especie de tutor para él.
In whose name? es una pieza observacional, Ballesteros nunca interviene, no interactúa, no dirige, sólo filma sin parar. Más de 3 mil horas. El director ha contado en entrevistas que luego de verlo, West comentó que había sido como desdoblarse.
El nexo chileno El estreno de la cinta se vincula con la productora chilena Blackstar Content, quienes estuvieron a cargo de levantar cerca de US$ 1 millón para financiar la estrategia de marketing, branding, estudios de mercado, redes sociales, prensa y distribución. Todo en las grandes ciudades de EE.UU.
¿Cómo llegaron ahí? Simran Singh es el nexo. Jaime Villarreal y Gunther Kaempfe, socios de Blackstar Content, conocieron al productor y abogado estadounidense durante la producción de Mon Laferte, te amo (2024), documental que sigue a la artista chilena radicada en México y que se estrenó en Netflix en agosto del año pasado. Singh tiene una larga trayectoria representando a artistas discográficos y conoce bien la escena musical.
Cuando Nico Ballesteros se acercó a él y le propuso hacer una película sobre Kanye West, se lo pensó. El personaje a esas alturas ya resultaba demasiado controversial y en 2022 se había estrenado Jeen-yuhs: Una trilogía de Kanye West en Netflix. Pero al ver el material que había acumulado el joven realizador a lo largo de seis años, cambió de opinión y se embarcó como productor.
Singh vio la oportunidad de hacer un estreno comercial con buen contenido artístico, y pensó en Blackstar Content para completar la etapa de lanzamiento. “Nosotros tenemos experiencia en conseguir financiamiento, crear campañas de marketing y planificar distribución. Esa veta es un área de expertise bastante compleja dentro del negocio del cine y en Estados Unidos más aún: encontrar la fecha correcta, hacer el partnership con las distintas cadenas de cine, etc.”, apunta Kaempfe.
La oferta les llegó a principios de este año, Villarreal entonces estaba viviendo en Los Ángeles y pudo ver el documental, y dijo: “Esto hay que hacerlo”. “Si bien todas las inversiones tienen riesgo y en estas industrias no tradicionales aún más, este era un producto que tiene cómo defenderse bien”, explica Kaempfe.
En seis meses levantaron US$ 1 millón: “Hubo una ronda bien intensa. Llamamos a viejos conocidos, gente con la que ya habíamos levantado financiamiento para otros proyectos, algunos de ellos chilenos. En general son personas que tienen diversificada su cartera de inversiones y les parece interesante involucrarse en proyectos como éste”.
Gunther Kaempfe, socio de Blackstar Content
Críticas y reflexiones Los productores chilenos funcionan desde su casa matriz en Santiago. Allí trabajan 10 personas de planta, pero además tienen operación legal en México y en Estados Unidos, donde viajan permanentemente según los proyectos en desarrollo.
“Nuestro proyecto más trascendental, y que ha ido definiendo varios de los pasos siguientes, es el documental de Mon Laferte, que ahora está nominado a los Latin Grammy. Estamos cruzando los dedos para ser los primeros chilenos en ganarlo, sería un hito”, comenta el productor creativo. Gunther Kaempfe cuenta que se incorporó a Blackstar Content a principios de 2024, antes trabajó seis años en Fabula.
Los últimos meses les ha tocado viajar frecuentemente a Los Ángeles alistando el estreno de In whose name? La confidencialidad era fundamental, había que evitar filtraciones a toda costa, por lo que los screenings previos eran muy privados. Gunther tuvo la oportunidad de ver la cinta en una de esas instancias. Confiesa que iba escéptico.
“West es controversial, sin duda, pero durante una película entiendes al personaje y esa es la gracia. Las miles de horas de grabación están muy bien condensadas para mostrarte un perfil real. Se atan los cabos. Porque en general uno se entera de algunos highlights de las celebridades de este tipo, pero no de las cosas que están pasando por detrás”, opina.
El documental es verité, es decir, no utiliza entrevistas ni imágenes de archivo, se trata de un registro directo y un acceso inédito a la vida de Ye. “Durante seis años hubo un chico, que, a sus 18 años, se metió en la vida de una de las parejas más famosas del planeta y grabó momentos únicos. Uno sale medio reflexivo. Cualquier persona que ha seguido su carrera sabe de su apología al nazismo y de muchos otros dichos ofensivos. Nada de eso se justifica en la película, pero sí se habla de salud mental desde una visión poco tradicional”, explica el socio de Blackstar Content.
En 2018 Kanye West dio a conocer que tenía un trastorno bipolar, lo que en ese minuto relacionó con su creatividad. Más adelante diría que se trató de un diagnóstico errado y que en realidad es autista. En una parte de la grabación el cantante comparte en cámara que no está tomando sus medicamentos y el público puede ver directamente cómo esto afecta su conducta.
“Es interesante también ver su caída; como el hombre negro más rico del mundo termina siendo cancelado de varias instancias por su comportamiento. Aquí se muestra la condición más humana de un genio de la música. Y hay preguntas relevantes: ¿separas al artista de su obra? ¿Cómo tratamos la salud mental? ¿Hasta dónde idolatramos a las estrellas?”, dice.
En su primer fin de semana en cines el documental recaudó cerca de US$ 800 mil. Y ha recibido buenas críticas en medios como New York Times, The Guardian, The New Yorker y la revista Rolling Stone. El plan ahora es saltar al streaming, para lo cual están en conversaciones con distintas plataformas.
La estrategia fue estrenarla antes en salas. “Creo que nadie hace cine sin tener al menos la idea romántica de pasar por la pantalla gigante y aprovecharlo mientras dure. Pero además es un buen negocio. Y la pasada por el cine construye marca, genera awareness, y te otorga herramientas para lograr una mejor distribución mundial a través del streaming” .
Más “huevadas” prometedoras En octubre Blackstar Content tiene un nuevo estreno propio. Se trata de la producción Hablando huevadas de Perú para el mundo, documental que sigue a los famosos comediantes peruanos Jorge Luna y Ricardo Mendoza en su gira internacional. La dupla es un verdadero suceso de popularidad con más de 6 millones de suscriptores en YouTube y sensación en TikTok superando los 7 millones de seguidores.
Los productores chilenos sabían de ellos y los habían contactado para hacer algo juntos. Esto se concretó con la posibilidad de registrar su gira mundial que incluyó una presentación histórica en el Arena Grande del Madison Square Garden en Nueva York. Son los primeros comediantes hispanoparlantes que se presentan ahí.
El arriendo del espacio principal, con capacidad para 12 mil personas, tiene un costo de US$ 1 millón que los peruanos tuvieron que desembolsar inmediatamente cuando el recinto les ofreció la fecha del viernes 13 de septiembre (que otro artista desechó por superstición) con un mes de anticipación.
“Ni Bad Bunny saca entradas con menos de un mes de anticipación. El público era básicamente comunidad latina y diáspora peruana. Las entradas se agotaron en cuatro horas. Fue un exitazo”, cuenta Gunther Kaempfe. Ese show junto a otros en Lima, Santiago, Buenos Aires, Madrid, Madrid y Tokio, fueron registrados por el director chileno Tomás Alzamora (Denominación de origen).
“Un contenido así de comercial y pop también abre además una conversación sobre los límites del humor, porque ellos son bien polémicos también. Como productora nos gusta encontrar material con vocación de audiencias masivas y que nos motive creativamente. Si hay una buena historia en Perú, por supuesto que vamos a ir a buscarla”. Se estrena en octubre en salas de cine del país vecino, y luego saltará al streaming.
También tienen un área de producción de branded content donde hay desarrollado títulos como Breretour con el futbolista Ben Brereton, este contó con el auspicio de Adidas, entre otras marcas y fue exhibido por HBO Max. “Se encontró un punto de equilibrio bien interesante para producir algo de forma liviana en términos de costos, involucrando de buena forma a las marcas que siempre buscar participar del contenido y no aparecer sólo en la tanda comercial”, agrega Kaempfe.