Mientras espera que se materialice el proyecto para modernizar su institucionalidad, el Departamento de Extranjería y Migración logró reducir el tiempo orientado a la atención de las hasta 2.500 personas que en promedio visitan día a día sus instalaciones.
En 2015, la espera disminuyó en 23,3 minutos en comparación con el año anterior. Esto permitió que el tiempo total del trámite en atención a público pasara de los 111,2 minutos que tomaba en promedio en 2014 a 87,9 minutos, es decir, 21% menos y el tiempo promedio de espera en lo que va de 2016 es de 57,5 minutos, esto es, 34,6% más bajo que en el ejercicio previo.
Lo anterior se dio en un escenario en que el número de cajas operativas funcionó a plena capacidad, así como supervisores y atención por hora de los analistas (ver infografía). De este modo, el promedio de funcionarios atendiendo subió de 25,7 a 29,9 por día entre 2014 y 2015, y se elevó a 38,5 en 2016.
Los lapsos de respuesta a la solicitud de documentos también se acotaron: las visas bajaron de 38 a 24 días (37%); la permanencia definitiva de 64 a 49 días (23%) y la nacionalización de 139 a 59 días (58%). Por ejemplo, en Antofagasta -que concentra el segundo mayor volumen de diligencias tras la región Metropolitana-, la tramitación de las solicitudes cayó de 144 a 63 días de demora y entre la solicitud y la resolución llegó a sólo 36 días.
La cara de Chile
Al progreso en la gestión, se sumó una mejora en las instalaciones, ya que como describe el jefe del Departamento de Extranjería y Migración, Rodrigo Sandoval, éstas eran deficientes para el momento actual de la migración. Por eso, además de remodelar el edificio institucional ubicado en San Antonio 580, en mayo de este año la presidenta Michelle Bachelet inauguró una nueva sucursal ubicada en Fanor Velasco 56, con capacidad de atención de 930 personas al día y un promedio de espera de 39 minutos.
“Las personas que acuden a nuestras oficinas efectivamente pasan el tiempo de espera en ellas, porque no conocen la ciudad. Por eso es importante entregarle un espacio digno”, resalta Sandoval.
También ha trabajado en inculcar a los cerca de 190 funcionarios de la institución la importancia que tiene su labor para el país, ya que “son la cara del Estado frente a los extranjeros cuando llegan a Chile”, explica, por lo que deben mantener un buen trato con el migrante.
“Nosotros trabajamos pensando en el Chile que viene y nuestro rol es preparar a la sociedad para esta nueva realidad que llegó para quedarse y que le hace un gran bien a Chile”, asegura Sandoval, quien cree que el fenómeno migratorio en el país continuará acelerando su ritmo en el futuro.
Según información oficial, la migración internacional de extranjeros hacia Chile en los últimos 30 años subió de alrededor de 83 mil migrantes en 1982 a 411 mil en 2014. Así, el porcentaje que significa la población migrante en el totaldel país pasó de 0,7% en 1982 a 2,3% en 2014.
