Fórmula pro inversión de Bélgica entra en el radar de los senadores tras paso de banqueros centrales por comisión de Hacienda
Mecanismo genera un crédito tributario para la reinversión de utilidades, eliminando la discriminación entre el endeudamiento con capital externo y el propio de las empresas.
- T+
- T-
El miércoles fue un día especial en la comisión de Hacienda del Senado. Los legisladores recibieron en audiencia a los ex presidentes del Banco Central para el período 1989-2007: Andrés Bianchi, Roberto Zahler, Carlos Massad y Vittorio Corbo, con el fin de analizar sus principales planteamientos sobre el proyecto de reforma tributaria que se discute en la Cámara Alta.
Y si bien la sesión destacó por los duros planteamientos de Bianchi, el apoyo tácito al proyecto de Zahler y las propuestas de Massad y Corbo, hubo un punto en particular que llamó la atención en la instancia: una de las propuestas de Zahler de introducir un mecanismo que estimule la inversión similar en su espíritu al modelo de Bélgica.
¿En qué consiste dicho régimen? A modo general, en un crédito tributario para el gasto por pago de intereses para las compañías al momento de endeudarse, mecanismo que busca incentivar la inversión y, a su vez, eliminar la discriminación entre el financiamiento en el mercado de capitales y con recursos propios.
El punto generó un marcado interés entre los parlamentarios, particularmente por parte del DC Andrés Zaldívar, el PPD Ricardo Lagos Weber y el RN José García-Ruminot, quienes en reiteradas oportunidades solicitaron al ex titular del emisor mayor detalle e información sobre el modelo propuesto.
Cómo funciona el sistema
Según documentos disponibles en el Ministerio del Tesoro de Bélgica, el mecanismo contempla una tasa efectiva de la inversión con recursos propios que las compañías pueden deducir de su base imponible, la cual asciende a hasta 3% anual.
De hecho, el régimen también contempla beneficios para las PYME, como una tasa deducible más alta que llega hasta 3,5%.
Dicha tasa se califica como un interés “ficticio” calculado en base a los recursos reinvertidos de la empresa, simulando lo que pagarían en intereses al momento de financiarse.
El régimen comenzó a regir el 1 de enero de 2006 de manera permanente.
“El propósito principal de esta innovadora medida es reducir la discriminación tributaria entre el financiamiento con deuda en el mercado de capitales y con recursos propios. De hecho, en el caso del endeudamiento bancario, el interés pagado era deducible de la base tributable, mientras que en el caso de la reinversión, los dividendos eran gravados”, señala un documento del Tesoro belga.
Dicho esto, la medida busca una reducción “general” en la tasa de tributación efectiva de las empresas y “un mayor retorno” de la inversión después de impuestos, así como la “promoción” de las inversiones intensivas en capital.
De hecho, usando un ejemplo simple, una compañía con utilidades de 4.000 habría pagado una tasa de impuesto de 34% (1.360) con el antiguo régimen, mientras que con el nuevo sistema la tasa sería de apenas 8,5% (340) (ver tabla).
El monto a rebajar considera el capital, las reservas y los subsidios a la inversión en capital de las empresas, entre otros, así como el capital para inversión tal como sea declarada en la hoja de balance inicial de la empresa para el año tributario en cuestión.
Las ventajas
Según expone la administración financiera belga, el beneficio tributario favorece a las compañías con “buena solvencia y adecuados ratios financieros”, reduciendo la base tributable y aumentando la rentabilidad de la inversión tras impuestos.
“Además, es un incentivo permanente y no sólo una ventaja temporal”, se destaca.
Asimismo, plantean en el gobierno de dicho país, el incentivo “fortalece” la posición financiera de las compañías belgas, al “incentivarlas” a incrementar su inversión.
“Además, es un incentivo para reinvertir las utilidades en la compañía local y usar esos recursos para financiar nuevas inversiones”, comentan en el Ejecutivo.
Proyecto bajo la mira de los senadores
Según trascendió, varios senadores de la comisión de Hacienda estarían analizando el sistema belga como una manera de incluir incentivos al ahorro y la inversión en la reforma tributaria, para así compensar la eliminación del Fondo de Utilidades Tributables (FUT).
Es que, comentan cercanos a la instancia parlamentaria, un sistema como el belga sería un modelo “interesante” de replicar considerando que implica beneficios permanentes para reinvertir utilidades, a la vez que implementa un régimen especial para las PYME.
Justamente, dicho tópico ha sido materia de análisis en la Cámara Alta en las últimas semanas, luego de que el Ejecutivo se abriera a incluir incentivos en el proyecto debido a las numerosas críticas que ha recibido la depreciación instantánea. Este mecanismo, según el proyecto original del Ejecutivo, será empleado por un año y consistirá en que las compañías podrán rebajar de su carga tributaria la inversión en capital fijo que realicen en el período.
Críticos al proyecto han planteado que esta vía no compensa del todo el cierre del FUT y que, además, genera una discriminación entre capital fijo -maquinaria y equipos- y capital humano.
Dicho punto fue abordado el miércoles por el propio Zahler, quien propuso que la depreciación instantánea pudiera ampliarse a más de un año -habló de cinco años o incluso más-.
Similar postura expresó Corbo.