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Jorge Navarrete y caso Penta: “Pensar que se trata de una situación que sólo afecta a un partido es tan hipócrita como infantil”

Navarrete cree que le “será difícil a Silva ser el rostro de la etapa que supere el actual momento por el cual atraviesa el gremialismo”.

Por: Ángela Chávez Molina | Publicado: Viernes 23 de enero de 2015 a las 05:00 hrs.
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La intensa semana que protagonizó el Congreso que logró despachar tres proyectos clave para La Moneda, entre ellos el fin del binominal, son a juicio de Jorge Navarrete "una buena noticia para un gobierno que hace rato necesitaba de triunfos".


En conversación con DF, el abogado y columnista aborda los efectos que tendrá para el cuadro político el cambio de un sistema electoral que por 25 años se intentó modificar.


Y con sentido crítico aborda los alcances del bullado caso Penta y su arista política, planteando que si bien "el financiamiento irregular de la política es una práctica transversal, generalizada y de larga data", la ofensiva de la UDI -principal partido afectado por la investigación- "agrava el problema trasladando el foco desde las consecuencias judiciales personales a las responsabilidades políticas institucionales"

-¿Cuáles serán los efectos que provocará en el mapa político el cambio del binominal?
-El primer efecto, sano y saludable para la política, será promover más competencia, abandonando la lógica del empate y haciendo menos predecibles los resultados electorales. Habrá más diversidad pero también mayor fragmentación, lo que cuestiona el futuro de la actual política de alianzas.

-¿Con el nuevo sistema tendremos un Parlamento más legitimado? ¿Ello facilitaría el camino para una nueva Constitución o la AC sigue siendo un pendiente?
-La legitimidad de nuestro sistema político depende de variables que van más allá del sistema electoral. Esta reforma, como otras que vendrán en el futuro, descomprimen en algo la demanda por una nueva Constitución, aunque están todavía lejos de generar esa lealtad que una sólida democracia reclama de sus ciudadanos hacia los procedimientos que colectivamente debemos darnos.

-Hay quienes sostienen que con el cambio del sistema electoral también se produciría, en las futuras elecciones, una dispersión de los votos ¿Qué significa eso para la clase política?
-La dispersión, al menos en una primera etapa, es una consecuencia inevitable del cambio que hemos aprobado. Sin ir más lejos, la redistribución del poder político era un objetivo de esta iniciativa, lo que obviamente generará un reordenamiento en la medida que la misma torta se reparte entre más comensales. Mayor legitimidad del sistema en general y menos poder relativo de las fuerzas políticas en particular.

-Además del cambio del sistema electoral, el gobierno estaría sacando adelante la agenda legislativa que se autoimpuso despachar antes del 31 de enero. ¿Qué le parece?
-La eliminación del sistema binominal, la aprobación del primer proyecto de la reforma educacional y el despacho del Pacto de Unión Civil, son una buena noticia para un gobierno que hace rato necesitaba de triunfos. Más todavía, cuando logró una vez más alinear a sus propios aliados, disipando en algo las tensiones que se manifestaron durante todo el año al interior del oficialismo y, de paso, desnudando la irrelevancia de la derecha.

Caso Penta
-¿Cómo ve los alcances que ha tenido el caso Penta?
-La investigación judicial sólo vino a confirmar que nuestro sistema político está enfermo, crecientemente cooptado por el dinero y por los poderes que pueden movilizar esos importantes recursos. Pensar que se trata de una situación que sólo afecta a un partido o a un sector político es tan hipócrita como infantil. El financiamiento irregular de la política es una práctica transversal, generalizada y de larga data.
-¿Qué le parece la contraofensiva de la UDI, denunciando el llamado "yategate"?

-La estrategia pública del gremialismo no sólo ha sido inconsistente y contradictoria, sino que además contribuyó a agravar el problema trasladando el foco desde las consecuencias judiciales personales a las responsabilidades políticas institucionales. Sin querer minimizar el "yategate", la connotación que se le quiere dar desde la UDI, para justificar o al menos explicar su comportamiento, es sólo el corolario para una crisis paupérrimamente manejada.

-Los políticos mencionados en el caso y que actualmente tienen un cargo ¿deben renunciar?
-Aunque políticamente corresponde, no se contempla la renuncia voluntaria a los cargos de representación popular en el Congreso. Esto es tan ridículo como si un atleta que ganó los 100 metros planos en una olimpiada, mantuviera su medalla de oro pese a conocerse que se valió de sustancias ilegales para obtener el triunfo.

-¿Y en el caso específico del ministro Alberto Undurraga, debe dar un paso al costado?
-Cumplidas las formalidades administrativas, el reproche que se le hace al ministro de Obras Públicas no es legal sino político, donde la última palabra la tiene la Presidenta de la República, quien ya se pronunció hace algunas semanas sobre este caso.

-¿Cree que Ernesto Silva, tiene la capacidad para dirigir la UDI, en medio del escándalo, o debe dejar la conducción del partido a otros dirigentes con más experiencia y trayectoria?
-Más que un problema de capacidad o trayectoria, después de todo lo ocurrido hay un tema de desgaste y credibilidad. Le será difícil a Silva ser el rostro de la etapa que supere el actual momento por el cual atraviesa el gremialismo. La UDI también requerirá de un cambio de gabinete.

-¿Qué debe hacer la UDI para sortear este escándalo o cree que va directo al despeñadero como dice Sebastián Edwards?
-Paradojalmente, lo mismo a lo que fueron obligados Délano y Lavín: hacer la pérdida de una vez, transparentar los hechos, reconocer todos los ilícitos y, de alguna forma, intentar reconstruir desde la verdad. Sobre la apreciación de Edwards, y como dijo Mark Twain: "prematuras han sido las noticias sobre mi muerte".

-¿Cuáles serán los efectos para Andrés Velasco, podrá revertir el mal momento y qué debe hacer para reposicionarse como candidato presidencial?
-Todo dependerá de la resolución judicial de los acontecimientos. Con todo, si Andrés resulta absuelto de los cargos que hoy se le imputan, igual deberá transitar un largo camino para compensar los costos políticos que le ha significado este episodio. No ha quedado eliminado del campeonato, aunque hay serias dudas de que pueda jugar el próximo partido.

-¿El caso Penta en qué pie deja a los empresarios y qué desafíos les impone?
-Los deja algo peor a lo que ya estaban antes de estallar este escándalo. Llora un elenco de dirigentes gremiales que entienda el rol de los empresarios en una sociedad moderna, que no es otro que procurarle valor público a la actividad privada.

-¿Hay que avanzar en un acuerdo tipo 2003 y por qué?
-Sí, a un acuerdo que tome conciencia de la gravedad del problema y contribuya a un nuevo marco regulatorio que garantice una relación más sana entre dinero y política. No a una componenda para tapar el problema y vulnerar la acción de la justicia.

"Una DC más disciplinada"

-¿Qué le parece que Pizarro se convierta en el próximo presidente de la DC?
-Bien por él.

-Siendo el senador cercano a la Presidenta Bachelet, puede eso afectar al desempeño que ha mostrado la tienda este último año (habrán menos matices frente a los proyectos del gobierno)?
-De concretarse la elección del senador Pizarro como presidente de la falange, no habrá grandes alteraciones programáticas o estratégicas, aunque en lo táctico veremos mayor complicidad hacia la Presidenta y a una DC más disciplinada y mimetizada con la Nueva Mayoría.

-¿Cómo interpreta la auto marginación de Gutenberg Martínez de la carrera por la presidencia de la DC?
-Hay ocasiones en que la figuración pública es un límite al poder y la influencia.

"dar seguridad no es sinónimo de frenar reformas"

-¿Cómo lee la indefinición del reemplazo de la ministra Helia Molina, en Salud?
-Como la evidencia que se viene un cambio de gabinete.

-En qué ministerios habría que remover a sus titulares para generar ese punto de inflexión del que habla en su última columna?
-Más que personas o ministerios, se debe apuntar a las dos variables más sensibles de todo gobierno: la conducción política y económica. Y en esas áreas hay muchas posibilidades y combinaciones. Pero si el cambio soslaya lo que ocurre al interior del Palacio de La Moneda y el equipo económico, su efecto será marginal.

-También plantea que hay que reorientar las reformas ¿hacia dónde, hay que frenarlas y por qué?
-Dar seguridad no es sinónimo de frenar reformas. Se debe explicitar un itinerario para los próximos tres años donde se establezcan prioridades, plazos y límites. Es decir, el qué, cómo y hasta dónde. Conocer las reglas para lo que se viene a corto plazo, aunque no estemos necesariamente de acuerdo con ellas, es una contribución a la certidumbre.

-Además habla de que algunas reparticiones públicas están paralizadas, a la espera del reajuste ministerial, ¿eso cómo se evidencia?
-De muchas maneras: ralentización de decisiones, postergación de anuncios e iniciativas, menos protagonismo y visibilidad de los ministros, y donde algunos están más preocupados de pedir permiso que pedir perdón.

 

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