Rodrigo Ubilla: “La Onemi la recibimos destrozada”


Rodrigo Ubilla fue la primera autoridad de la administración de Sebastián Piñera en asumir su cargo. Incluso antes que el propio presidente. En su calidad de subsecretario del Interior, le tocó participar -y en algunos casos, encabezar- las reuniones que se realizaron tras el terremoto y tsunami del 27 de febrero del 2010, junto a los ministros de la entonces presidenta, Michelle Bachelet.

Relata que aquella madrugada fue “súper fuerte” dado los informes preliminares que anticipaban la magnitud de la catástrofe. “Las prioridades cambiaron drásticamente.Mientras ese mismo día teníamos contemplado una reunión en Apoquindo 3000, para ver el proceso de instalación del nuevo gobierno, tuvimos que ponernos a ver cómo poder ayudar en la emergencia”.

Ratificar a Carmen Fernández en la dirección de la Onemi, fue una de la primeras decisiones del entonces presidente electo. “En mitad de un huracán, uno no cambia al comandante”, explica Ubilla.

Por ello, dice, se sintió sorprendido con la renuncia de Fernández 10 días después. “En privado, le digo a las señora Carmen Fernández, que hay un tema que me preocupa, que es el desabastecimiento de comida hacia el sur, dado que en una reunión previa me entregó una hojita, una planilla excel, con la supuesta distribución de alimentos, una cosa absolutamente insuficiente. Le digo que regrese más tarde con un trabajo más completo y profundo. Horas después, renuncia ante el ministro del Interior de la época, Edmundo Pérez-Yoma”.

- Al cumplirse dos años de la catástrofe ¿ha cambiado la Onemi?


- Crecimos en la adversidad. Es decir, este ministerio frente a la administración de un terremoto de magnitudes, tuvimos que generar una estructura. La Onemi la recibimos destrozada, desde el punto de vista de su imagen, de su capacidad operativa y tuvimos que enfrentar la emergencia y reconstruir; no una reconstrucción de ladrillos, sino la reconstrucción de un sistema.

- ¿Qué es específicamente lo que no funcionaba?


- No podía ser que un director nacional de la Onemi no pudiera dar cuenta de la distribución de alimentos en el sur. Hay situaciones que son dramáticas, un pueblo al que llegó un camión con puro papel confort y no llevó alimentos. El aeropuerto Pudahuel estaba lleno de comida.

- ¿Cuáles fueron las medidas que tomaron ustedes?


- ¿Qué decisión tomé yo?¿quiénes son en el país los que están capacitados y preparados permanentemente para las emergencias en término de logística? El Ejército, las Fuerzas Armadas. Toda la ayuda que estaba en bodega en el aeropuerto, la llevaron a un regimiento en Santiago, diseñaron un sistema de cajas de alimentos para cuatro días, para cuatro personas, 4x4 lo llamaban. Y sucede que en 24 horas empezamos a sacar alimentos para el sur.

- Aquella decisión gatilló una serie de críticas del mundo político...


- Lo que pasa es que hay dos formas de mirar la emergencia. Aquellos que creíamos que la ciudadanía necesitaba todo el apoyo, con lo cual todos los recursos de la institucionalidad son correctos. Nos parecía que esto era éticamente lo correcto.

- ¿Y sigue sosteniéndolo al día de hoy?


- Por supuesto, más aún. En el proyecto de ley de la Onemi que acaba de hacer su primer trámite en la comisión respectiva de la Cámara de Diputados, se establece la cooperación por razones humanitarias de todas las instituciones del Estado. Es decir, nosotros no lo recogemos sólo por una buena práctica que se hizo en el terremoto en el manejo de la emergencia, sino que además, estamos proponiendo dejar una legislación como una cosa definitiva y obligatoria.

- Pero recientemente, un ex funcionario de la Onemi criticó la falta de recursos de las oficinas regionales...

- ...Que fue removido por un tema de capacidades... Entonces, siento que empieza, y es lamentable, por parte de algunas personas y espero que no sean de algunos partidos políticos, el interés de instrumentalizar políticamente el 27F. A medida que se va acercando la fecha, empezamos a percibir incipientemente personas, que empiezan a criticar por criticar.

- ¿Usted lo ve así? el ex funcionario es de este gobierno...

- Si, yo lo veo así. Lo veo como parte de una campaña.

- ¿A quiénes se refiere específicamente? ¿a la oposición?


- A aquellos que están interesados en levantar banderas. Cuando se hacen críticas, me encanta que sean fundadas, y en ese sentido, creo que la Contraloría ha sido clara en como se manejaron los recursos, cero observación negativa. Los organismos internacionales que han venido a Chile, los cuales nosotros mismos hemos invitado, han hecho comentarios muy positivos del estado de avance de la Oficina Nacional de Emergencia de estos últimos años, y fueron bastante críticos en la forma -porque yo pedí que se hicieran evaluaciones objetivas- de cómo el gobierno de la Concertación dejó el tema.

- ¿Y cómo fue esa evaluación?


- Desastrosa.

- ¿Por ejemplo?


- El sistema de comunicaciones destruido, de hecho, hay una fiscal que va a establecer, incluso, responsabilidades penales, es decir, llega al extremo que autoridades de la propia Onemi van a estar imputadas como responsables de cuasidelito de homicidio. Estamos hablando de situaciones que hoy día son críticas desde un punto de vista de evaluación de cómo nosotros recibimos la Oficina Nacional de Emergencia.



Delincuencia: ”Vamos por el camino correcto


- Las últimas cifras de seguridad ciudadana siguen al alza ¿A dos años de gestión, qué sucede que no logran revertirla, en circunstancias que era una de las principales promesas?


- La encuesta más grande sobre este tema es la Encuesta Nacional Urbana de Seguridad Ciudadana (Enusc), y sale los primeros días de marzo, estamos a dos a tres semanas. Esperemos sus resultados para poder comparar con la encuesta que salió un par de años. La encuesta anterior se tomó en 2010, en pleno año del terremoto, si uno mira las regiones donde baja significativamente la victimización y los delitos, estamos tomando una medida de un año anormal. Ahora lo vamos a comparar con un año normal.

- ¿Viene bien entonces la encuesta Enusc?


- La encuesta Enusc va a mostrar una situación mejor que la que estaba al final del gobierno de Bachelet, con lo cual queda claro que vamos por el camino correcto desde mi punto de vista.

- ¿Cómo se entiende si la cifra de Paz Ciudadana, los registros policiales y los registros del Ministerio Público arrojan una alza?


- Todas esas estadísticas son iguales y lo que nosotros hemos hecho es un enorme esfuerzo para que la gente denuncie, para bajar las cifras negras. Y además, esos casos policiales combinan denuncias con detenciones. Carabineros e Investigaciones en los dos últimos años han incrementado en forma muy importante, la cantidad de detenciones. Por lo cual no es contradictorio con la baja de la victimización, no es lo mismo casos policiales que la victimización. También es distinta la percepción de seguridad que ha trabajado mucho Paz Ciudadana.

- En concreto, ¿cómo se explican las malas cifras de las encuestas?


- Lo primero que quiero decir es que si comparamos 2009 con 2011, en el año 2009 no hubo terremoto. Segundo, el año 2011 es un año atípico en materia de orden público debido a las manifestaciones, y tercero, es la maduración de las políticas públicas, donde el principal elemento del presidente es aumentar en 10 mil nuevos Carabineros. Esos primeros Carabineros egresaron efectivamente, en diciembre de 2011.

- ¿Quiere decir que la solución al problema de la delincuencia está estrechamente vinculado con una mayor dotación policial?


- No, estoy diciendo que las políticas públicas tienen un proceso de maduración. Las políticas del gobierno van a empezar a mostrar ciertos objetivos a partir de ahora.