El ingreso al Congreso de la ley de Presupuestos 2026 abre el camino para la discusión de la ley más importante de la República, marcada en un complejo año electoral y que ya ha levantado escaramuzas entre el Gobierno y los candidatos presidenciales.
También es el momento en que comienza a liberarse información respecto de los principales supuestos y proyecciones que ayudan a Hacienda y la Dirección de Presupuestos (Dipres) a construir el erario. Uno de ellos es el denominado gasto tributario.
En simple, el gasto tributario se refiere al monto de ingresos que el Estado deja de percibir cada año, al otorgar un tratamiento impositivo que se aparta del establecido con carácter general en la legislación tributaria, y que tiene por objeto beneficiar, promover o fomentar determinadas actividades, sectores, ramas, regiones, o grupos de contribuyentes.
Por lo general, se traduce en el otorgamiento de exenciones o deducciones, créditos, tasas reducidas, regímenes tributarios especiales, y diferimientos.
En el marco del Informe de Finanzas Públicas (IFP) que acompaña el Presupuesto, el Servicio de Impuestos Internos (SII) calculó y proyectó los millonarios montos que dejará de percibir el Fisco este año por este concepto: US$ 7.378 millones, el equivalente a un 2% del Producto Interno Bruto (PIB).
Según el reporte, dicha cifra implica un aumento de cerca de US$ 500 millones en relación a lo proyectado para este año, que se situó en US$ 6.901 millones. Aquello representa un 1,98% del tamaño de la economía.
Según el SII, las principales fuentes de información para llevar a cabo las estimaciones son las declaraciones anuales de impuesto a la renta y declaraciones juradas de los años tributarios 2024 y 2025; formularios 29 y 50 de los períodos comprendidos en los años 2024 y 2025, disponibles a la fecha del cálculo; informes de ingresos fiscales de la Tesorería General de la República; informes financieros de proyectos de ley de la Dirección de Presupuestos, estados financieros de empresas, informes de la Comisión para el Mercado Financiero (CMF), y Cuentas Nacionales del Banco Central.
Los datos se conocen también en medio de la discusión de una nueva reforma tributaria del Gobierno, con foco en la clase media y las pequeñas y medianas empresas, pero que incluye también el término de algunos beneficios o regímenes especiales para la industria de fondos de inversión y las herencias y donaciones; además de la creación de nuevas deducciones en favor de los gastos realizados por las personas en arrendar una propiedad o en educación.
Detalle por beneficios
El SII da cuenta de que el principal gasto tributario se concentra en el impuesto a la renta, con US$ 4.158 millones, lo que representa un 1,13% del Producto.
Aquí, resaltan regímenes especiales, diferimientos de impuestos, exenciones y créditos al impuesto.
El IVA se lleva la otra parte importante de la partida de gasto tributario, con US$ 3.110 millones, un 0,84% del PIB.
Las exenciones y hechos no gravados con IVA llevan la delantera en este grupo, con US$ 2.338 millones, seguido más atrás por créditos y diferimientos del impuesto.
Las devoluciones del impuesto a los combustibles es la tercera partida relevante en términos de monto, significando menores ingresos por US$ 84 millones para el Fisco el próximo año.
Ahora, al analizar los datos por sector u objetivo beneficiado, el ahorro y la inversión lidera con un 32% del gasto tributario total, seguido de fomento a la micro y pequeña empresa (17,2%), el sector inmobiliario (12,5%) y educación (10,2%).