Economía y Política
El episodio detona la guerra en la derecha
No pocos apostaron a que se abría incluso la posibilidad de que esta situación le diera un golpe letal.
Por: Equipo DF
Publicado: Viernes 26 de abril de 2013 a las 05:00 hrs.
Por Blanca Arthur
Considerando que el episodio de Cencosud conminaba a Laurence Golborne a dar explicaciones por su responsabilidad frente a un tema tan sensible como el de los abusos, apenas conocido el fallo de la Corte Suprema comenzó a remecerse el ambiente político.
Tanto es así que, teniendo en cuenta la sensación instalada de que su candidatura no ha tenido la fuerza que se esperaba, no pocos apostaron a que se abría incluso la posibilidad de que esta situación le diera un golpe letal.
Pero la posibilidad de que él desistiera o fuera reemplazado quedó en el terreno de las especulaciones, porque tanto en La Moneda, en su comando, como en la UDI, la decisión fue buscar la fórmula tendiente a aminorar al máximo el impacto.
La estrategia coordinada fue que se lo respaldaría, sobre la base de que al propio abanderado le correspondía responder por lo ocurrido cuando era gerente general de la cuestionada empresa. Sin perjuicio de asumir que se trataba de una situación compleja, la idea era hacerle frente con una mirada común.
El panorama, sin embargo, adquirió otro cariz luego de que Andrés Allamand decidiera entrar en escena emplazando a su contendor de la UDI a dar explicaciones, aludiendo a que los candidatos deben hacerse cargo de sus respectivas trayectorias.
Por el tenor, como por la oportunidad de la arremetida del abanderado de RN, el mundo político entendió que el episodio Cencosud podría detonar una guerra entre los presidenciables del oficialismo que había estado semi contenida.
Todo apunta a que será así. Es cierto que Golborne -quien se refirió al tema con posterioridad- no entró en la confrontación directa al no aludir a los dichos de Allamand, pero la decisión fue que la UDI sí lo hiciera, tal como sucedió con la respuesta de su presidente Patricio Melero, cuestionando directamente la actitud del candidato del partido aliado.
Lo probable es que el panorama comience a enrarecerse aun más. Ello, porque mientras en el “allamanismo” consideran que frente a casos como éste no se puede guardar silencio, porque además de ser inaceptable, les reditúa en su campaña para alcanzar al postulante de la UDI, en el entorno de este último apuntan a que si se entró en ese terreno, ellos se irán con todo.
Tal cual. De hecho están preparados para que, si Allamand insiste en apuntar al pasado empresarial de Golborne, pensando en que al contrastarlo con el suyo lo perjudica, le enrostrarán lo que hizo como abogado-socio de la oficina de Jorge Schaulsohn, defendiendo, por ejemplo, a la asociación de Isapres.
Es el espiral de guerra que encendió las alarmas en el mundo oficialista, comenzando por La Moneda, donde aparte de las complicaciones que le generó el fallo de Cencosud en sí mismo, perciben que si no se detiene la confrontación, difícilmente se podrán recomponer las relaciones después de las primarias, con lo que el único efecto es allanarle con más facilidad el camino a la Concertación para que retorne al poder.