S. Valdenegro / J.C. Prado
Una expansión superior a la esperada registró el Indicador Mensual de Actividad Económica (Imacec) durante enero, en comparación al mismo período del año anterior. Impulsado por el “crecimiento de la actividad comercial”, el Banco Central informó que el citado indicador mejoró 6,8% el primer mes de 2011, en circunstancias que las estimaciones de analistas apuntaban a un rango de entre 5,7% y 6%.
Así, por una parte este resultado confirmó los positivos augurios del gobierno y expertos, pero al mismo tiempo encendió señales de alerta por las presiones sobre el costo de vida que podría estar reflejando, en un escenario internacional donde los precios de los commodities, en especial el petróleo y los alimentos, están al alza.
De hecho, entre los economistas este crecimiento de la actividad trae aparejada un alza en las proyecciones de inflación para fines de año, las cuales -según estiman- estarían por encima del rango de tolerancia del Banco Central que se ubica entre 2% y 4%.
Según el economista jefe de BanChile Inversiones, Rodrigo Aravena, un punto relevante a nivel interno es el cierre de las brechas de capacidad y su impacto en los precios. “Si el PIB potencial de Chile es 4,5% y la economía va a crecer más de 6% este año, las brechas se cerrarán completamente. De ahí en adelante, cada vez que crezcamos sobre el potencial significa que se estará sobrecalentando la economía y, por esa vía, aparecerán las presiones inflacionarias”.
En esta línea, el jefe de estudios de Munita, Cruzat y Claro, Joaquín Aguirre, espera que la actividad económica permanezca fuerte en los próximos meses. No obstante, admite que “los riesgos inflacionarios han aumentado”, lo que podría paliar el “fuerte crecimiento del consumo” durante este año.
Aumento de tasa
En este sentido, el economista jefe de Banco Penta, Matías Madrid, afirma que el 6,8% de enero, junto con el aumento en las expectativas inflacionarias de mediano y corto plazo, “generan un complejo escenario para el Banco Central”.
Asimismo, Madrid señala que si la inflación de febrero -que se conocerá hoy- se ubica por sobre 0,2%, el instituto emisor debería aumentar en 50 puntos base la Tasa de Política Monetaria (TPM) en la reunión de marzo.
En tanto, para el economista jefe de BBVA, Alejandro Puente, el aumento de la demanda interna, la “situación más estrecha del mercado laboral” y el contexto internacional, justifican una inflación de 4,1% para este año, aunque -agrega- el mercado ya está proyectando un 4,7% a diciembre.
Por esto, la TPM debería estar en 6% a fines de 2011, advierte.
Asimismo, proyecta que el Imacec de febrero será 6,5% y marzo en torno a 14%, por lo que el primer trimestre crecerá cerca de 9%.
Para el economista jefe de Celfin Capital, Mario Arend, la economía nacional aún no se encuentra en una etapa de “sobrecalentamiento”, aunque “el Banco Central debe seguir subiendo la tasa de interés para mitigar los riesgos y moderar, en el fondo, el crecimiento que pueda ser potencialmente insostenible. En la medida que siga subiendo las tasas hacia diciembre, el riesgo de sobrecalentamiento interno se va mitigando”.
Para febrero y marzo, proyecta un crecimiento de 6% y 12%, respectivamente, mientras que el primer trimestre se expandirá sobre el 8%.
Gobierno atento
En el Ejecutivo se mostraron satisfechos con el Imacec de enero. El ministro de Hacienda, Felipe Larraín sostuvo que “este comienzo de 2011 es una buena señal de que este año la economía va a seguir creciendo, el 2011 va a ser mejor que 2010 y vamos a seguir creando una cantidad importante de empleos”.
Respecto a las presiones inflacionarias, dijo que “el gobierno siempre está preocupado y analizando el tema de las presiones de precios”, pero aclaró que éstas vienen desde afuera. “Entiendo que hay preocupación por el tema de alza de precios, pero estamos haciendo un comentario que es muy positivo en cuanto a lo que estamos viendo de la evolución económica”.
“Siempre las buenas noticias traen algunos temas que nos tenemos que ocupar de ellos, que esto no ejerza una presión inflacionaria. Estamos esperanzados de que se va a poder controlar y estamos tranquilos de que se va a poder controlar estas presiones”, señaló.
Junto a esto, envió un mensaje al Banco Central: “Lo razonable de esperar es que continúe el proceso de normalización de la política monetaria, y eso significa que vamos a ver un incremento de las tasas en forma gradual este año”.
Ahora bien, acotó, “en qué timing es algo que le corresponderá determinar al Banco Central, pero que va a haber una normalización de las tasas, no hay ninguna duda”.
¿Y el Sipco?
Un producto que ha registrado un aumento en su valor en las últimas semanas es el petróleo, dada la situación política que se vive en Medio Oriente y en el norte de África que ha llevado al barril de crudo a sobrepasar los US$ 100.
Esto, se ha traducido en fuertes alzas en el precio de los combustibles en las últimas semanas, de hecho para este jueves se espera un incremento de $ 30 promedio.
Así las cosas, ya surgen interrogantes sobre cuándo comenzará a operar el nuevo Sistema de Protección de Precios de Combustibles (Sipco), diseñado por el actual gobierno.
El ministro de Hacienda señaló que la intervención depende de los parámetros y que prefiere “no entrar en el campo de la especulación (sobre) cuándo va a tener que entrar a ocurrir o cuándo entraría a operar directamente este sistema”.
En este sentido, destacó que “tenemos el mecanismo operando y, en ese sentido, puedo dar tranquilidad de que este mecanismo no es para fluctuaciones pequeñas. De hecho, el rango es de 12,5% respecto de un precio base”.
Frente a las alzas, los diputados de la UDI, Gustavo Hasbún y Andrea Molina, pidieron al gobierno que adopte “medidas efectivas” para hacer frente a las alzas de combustible y alimentos. En ese ánimo, propusieron la eliminación del impuesto específico a los combustibles y que se active el mecanismo de protección ante los aumentos de la bencina.
Con relación a esto último, Hasbún consideró “insólito” que no esté operando el Sipco, ya que a su juicio tiene los recursos necesarios para hacer frente a esta espiral alcista en los precios.
“No entendemos ni sabemos con qué justificación todavía no se aplica; no entendemos cuál es la manera de pensar de las autoridades actuales, porque no tiene ningún sentido que el fondo no esté operando en las condiciones que está y sabiendo que hoy la crisis en el Medio Oriente podría aumentar el precio del crudo a más de 130 dólares el barril”, indicó el parlamentario gremialista.