Al final la tercera fue la vencida para la votación y aprobación del reajuste del ingreso mínimo ofrecido por el gobierno. El Ejecutivo debió recurrir al veto presidencial para salvar el reajuste y tener como ley vigente a partir de julio el ingreso mínimo mensual, que se eleva de
$ 182.000 a $ 193.000.
La iniciativa había sido rechazada en dos oportunidades por la Cámara de Diputados y el Senado, lo que obligó a La Moneda a recurrir a tres observaciones al proyecto, de las cuales sólo se aprobó la relativa al aumento del salario mínimo y las asignaciones familiares, las que concitaron el respaldo de los parlamentarios del oficialismo y algunos independientes, pues la oposición simplemente no votó o rechazó en forma simbólica el veto sin poner en riesgo la norma.
Además de aumentar la cifra a $ 193.000 para los trabajadores entre 18 y 65 años, se aprobó reajustar el monto para los trabajadores menores de 18 años y mayores de 65 años a $ 144.079, además del ingreso para fines no remuneracionales, que se establece en $ 124.497.
De esta forma, el gobierno logró sortear un intenso y polémico episodio que primero lo enfrentó con RN, que buscaba un salario mínimo de al menos $ 200.000, y posteriormente con la oposición que pedía respetar el monto propuesto por la tienda presidida por el senador Carlos Larraín.
Eso sí, el gobierno se vio forzado por las circunstancias a utilizar el mecanismo de veto que, según explicaron desde Libertad y Desarrollo, consiste en que una vez finalizada la tramitación de un proyecto de ley y si el Presidente de la República desaprueba dicho proyecto, tiene la facultad de devolverlo a la Cámara de su origen con las observaciones convenientes, dentro del término de treinta días.
Tanto en el Senado como en la Cámara de Diputados se rechazó la propuesta del Ejecutivo, que definía criterios de reajustabilidad del ingreso mínimo mensual para ser aplicado en forma plurianual desde el 1 de julio de 2013. La propuesta establecía que el reajuste se efectuaría por una sola vez dependiendo del porcentaje del crecimiento promedio del PIB.
En esa misma línea, la tercera observación presidencial, rechazada por 53 votos a favor y 51 en contra, eliminaba el financiamiento para el 2013 mediante el Tesoro Público, consistente con el nuevo mecanismo que proponía el Ejecutivo.
El ministro de Hacienda, Felipe Larraín, destacó que con la aprobación de la norma se garantiza el pago del beneficio a partir de fin de mes y destacó que “el incremento a $193.000 es un 6% nominal y un 3,3% real, que supera lo entregado en promedio en el gobierno anterior; y la asignación familiar se aumenta 8% lo que beneficiará a más de 2.500.000 personas, este es un esfuerzo adicional que se hace con recursos públicos del orden de US$ 50 millones que no implican un costo en la empleabilidad”.
Tras la aprobación del proyecto, el presidente Sebastián Piñera se reunía anoche con los parlamentarios oficialistas en el palacio presidencial de Cerro Castillo, región de Valparaíso.
Cruce Frei-Chadwick
En el marco del debate el ministro vocero, Andrés Chadwick, y el senador Eduardo Frei protagonizaron un cruce de declaraciones. En respuesta al parlamentario, que calificó el reajuste como “ratón”, Chadwick le recordó a Frei que en su gobierno “cuando vino la crisis internacional dio un reajuste de cerca del 10%, y estuvimos más de una década, por responsabilidad del senador y del ex presidente Frei, por hacer populismo por el reajuste que dio, con un desempleo superior a dos dígitos”.
Frei retrucó señalando que “no soy ni populista ni demagógico” y dijo que “lo que hemos hecho es una crítica política respecto del salario mínimo. Plantear otra idea o tener otro punto de vista no es aceptable para el gobierno que trae de inmediato las descalificaciones, lo que es una actitud entre matonezca y dictatorial”.
Hugo Lavados, decano de economía U. San Sebastián:"Lo negativo de lo ocurrido este año es la confrontación"
- ¿Qué le parecen los plazos con que se efectuó la discusión?
El plazo ha tendido a ajustarse a los tiempos políticos y al vencimiento de la ley sobre este salario. Lo negativo de lo ocurrido este año es la confrontación, la inexistencia de diálogo y la nula disposición a negociar, que es esencial para lograr acuerdos. En esto, todas las partes tienen cuota de responsabilidad.
La cifra de $ 193.000 no es un dogma ni es posible demostrar que es adecuada, con ningún análisis económico, lo mismo con la cifra inicialmente planteada por el gobierno.
- La oposición asegura que el monto propuesto por el gobierno es insuficiente, ¿comparte este juicio?
Primero debería definirse insuficiente respecto a qué, mejor o peor en relación a cuál punto de comparación. Si lo evaluamos respecto a cualquier medida de necesidad para una familia, es evidente que es insuficiente, siempre lo va a ser. Lo relevante es si crece en poder adquisitivo, a cuántas personas involucra y cómo evoluciona respecto al salario medio.
- El gobierno envió un veto para aprobar el reajuste, que se critica porque debilitaría las instituciones..
No me parece que debilita las instituciones si se usa como una medida excepcional. Lo mismo ocurrió frente a la negativa de la Alianza, cuando era oposición, por no entregar presupuesto al Transantiago. De todas maneras, erosiona la legitimidad del proceso político, por lo señalado sobre la carencia de diálogo y la falta de negociación.
Rolf Lüders, Economista de la Universidad Católica: "No tiene por objeto garantizar un ingreso necesario para vivir dignamente"
- ¿Qué le parece los plazos con que se efectuó la discusión por el salario mínimo?
El problema no son los plazos, sino la forma en que se fija el salario mínimo, año a año. Una regla que reajuste salario mínimo en base a la ganancia de productividad esperada y la tasa de inflación previsible -ambas variables determinadas técnicamente- sería mucho más justa y eficiente.
-La oposición asegura que el monto propuesto por el gobierno es insuficiente, ¿comparte este juicio?
El salario mínimo no tiene por objeto garantizarle a los trabajadores un ingreso necesario para vivir dignamente. El salario mínimo es una forma de señalizarle a los agentes económicos cuál es el salario mínimo que clarea el mercado y, a mi modo de ver, se justifica porque hay en los mercados del trabajo un cierto rango de indeterminación de precios. Cualquier salario mínimo que exceda el límite superior de dicho rango, se traducirá primero en desempleo en el mercado formal del trabajo.
- El gobierno hoy envió un veto para aprobar el reajuste que se critica porque debilitaría las instituciones...
Nuestros ejecutivos y legisladores manipulan las reglas del juego legislativo para tratar de trasmitirle a la población el mensaje que cada grupo desea y no obstante, terminar aprobando leyes que todos saben son razonables. Ese juego sólo desprestigia la labor de gobierno en el amplio sentido de la palabra, dado que la población es lo suficientemente inteligente para captar lo que realmente está sucediendo.