Uno de los temas que con total seguridad iba a estar presente en la agenda temática que rodeó a la gira oficial de la presidenta Michelle Bachelet por EEUU era el estado de avance en las negociaciones por el Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica (TPP). En los días previos, desde el mundo político, se sabía que Barack Obama iba a insistir para que nuestro país ratificara dicho tratado, que comenzó su proceso de revisión el 2005 a iniciativa del entonces presidente Ricardo Lagos. Y no sólo eso, sino que se acelerará, ojalá para el mes de noviembre tal decisión.
Y efectivamente, como confirmaría el canciller Heraldo Muñoz, tras bajarse del avión de regreso de la gira, la Casa Blanca expresó su intención de que para el mes de noviembre, en la reunión de APEC en China, se cuente con un borrador de acuerdo, para lo cual, según afirmó ”nosotros vamos a negociar de buena fe, de manera constructiva e intensa”. No obstante la buena disposición de ambas naciones por concretar el tratado, el gobierno no quiere apresurar una decisión que pueda afectar los intereses del país. En esa dirección, Muñoz fue claro en señalar que no hay plazos y que las cosas se tienen que llevar a cabo con calma: “Hubo una disposición interesante de Estados Unidos en escuchar nuestros puntos de vista, y la presidenta (Bachelet) fue muy clara respecto a cuidar nuestros intereses. Tenemos una disposición de seguir adelante en la medida que el resultado de esta negociación sea balanceado”. Y agregó que la reunión de los comités técnicos que parte mañana en la ciudad de Ottawa y que se extenderá hasta el próximo 12 de julio, podría resultar clave para tener mayor claridad respecto a los beneficios y los posibles perjuicios que significaría ratificar el acuerdo del TPP.
En ese contexto, antes del viaje a EEUU, el Canciller sostuvo una intensa agenda de reuniones con ministros y parlamentarios, con el fin de recoger las impresiones sobre el proceso, tras las cuales afloraron dudas respecto al real beneficio que tendría para el país asociarse definitivamente al TPP, argumentando las dificultades que podrían existir por el tema de las patentes y el derecho de propiedad intelectual, como así la necesidad de fijar un acuerdo con países con los cuales, por separado, ya se tienen tratados de libre comercio.
En esa línea, el jefe de la bancada de diputados de la DC, Matías Walker, quien participó de la comitiva oficial en EE.UU, agregó que la Casa Blanca ve con sumo entusiasmo que Chile ratifique el tratado, pues serviría eventualmente para abrir puentes con otras naciones vecinas que tienen un gran potencial en materia agrícola, aunque paralelamente ratificó lo expresado por Muñoz, en el sentido que no se pueden establecer plazos en las negociaciones: “En Estados Unidos nos ven como un socio ideal en esta materia, pero es un proceso de negociación que hay que enfrentarlo con mucha franqueza, siempre señalando cuáles son los temas más sensibles para nosotros”, expresó.