El director para América Latina de Moody’s Analytics, Alfredo Coutiño, distingue dos lados en el IPoM: uno optimista y otro pesimista. El primero, tiene que ver con la corrección al alza del PIB para este año a 2,5%, una corrección que el economista califica como “realista”.
El pesimismo viene de la mano de la inflación, también ajustada al alza y con énfasis en el indicador subyacente que está ligeramente por debajo del 4%. Ante ello, destaca que el Banco Central anticipa que la convergencia inflacionaria se alcanzará el tercer trimestre de 2026, lo cual implica que hay un retraso.
Coutiño, además, aplaude que el IPoM haya recalcado el hecho de que “se debe tener mucha precaución” en la velocidad del relajamiento monetario y espera que no haya más recortes por el resto del año, “mientras la inflación no consolide una tendencia a la baja de manera firme”.
- ¿Comparte el optimismo?
- Sí, definitivamente. Cuando revisamos la trayectoria de la economía en la primera mitad del año, a pesar que ha habido una moderación del primer trimestre al segundo, el avance de la economía disminuyó un poco en términos trimestrales. Sin embargo, en términos anuales, la economía se expandió a 2,7% en la primera mitad del año, lo cual quiere decir que está corriendo a una velocidad ligeramente superior a la que le permite su capacidad. Aún si esa moderación continúa en la segunda mitad del año, la economía estaría terminando con un crecimiento de entre 2,5% y 2,6%.
El estimado del Banco Central para 2025 no lo veo como optimista, incluso podría sorprender y la economía podría no desacelerarse como se espera y el crecimiento podría incluso llegar hasta 3% para finales del año.
- ¿Usted detendría el relajamiento monetario durante el resto de este año? ¿cuándo cree que sería un buen momento para reiniciarlo?
- La economía chilena ya no necesita mayores recortes de tasas de interés, porque eso implica que entonces, si sigue recortando, las condiciones monetarias van a caer al límite inferior de la neutralidad y pueden empezar a entrar a terreno expansivo. Y ahí entramos en un terreno movedizo, porque entonces la política monetaria le estaría agregando combustible a la economía, pero también le estaría agregando combustible a los precios internos; y eso daría al traste con el programa monetario de estabilización de precios en el país.
-¿Cree que se debería suspender este programa que se inició hace un mes acerca de las reservas internacionales?
-No. Los bancos centrales por naturaleza deben tener un sentido de precaución y, por supuesto, también adelantarse a los riesgos potenciales que se puedan ver en el futuro cercano.
En ese sentido, una de las funciones que han hecho los bancos centrales en América Latina -y prácticamente en todo el mundo-, es protegerse contra una inesperada volatilidad financiera, la cual también el Banco Central establece como uno de los riesgos muy importantes para los mercados financieros chilenos y sobre todo para la inflación.
El acumular reservas y mantenerlas en niveles suficientes para poder enfrentar no solamente la volatilidad de los mercados financieros, sino también posibles salidas de capital del país, es una medida bastante buena.
Empleo
- ¿Cómo ve usted el mercado laboral chileno? Es efectivamente el principal flanco de la economía chilena.
- Sí, pero no es una característica particular de Chile. Si vemos otras economías similares, como Brasil, México, vemos que hay algo que no se alcanza a explicar por la misma realidad del mercado laboral. En estos países, por ejemplo, tenemos tasas de desempleo que parecen no ser compatibles con la creación de empleos. Yo creo que se han estado modificando las metodologías, las formas en cómo se están recolectando los datos a través de las encuestas y eso ha hecho que haya una disparidad entre lo que dicen las tasas de desempleo y la cantidad de empleos que está generando cada economía.