El Índice de Precios al Consumidor (IPC) no tuvo variación en agosto, lo cual sorprendió a los analistas que esperaban un aumento de 0,2%, de acuerdo con el sondeo de Bloomberg.
El resultado llevó a la inflación anual a moderarse desde 4,3% a 4%, que es su menor nivel desde abril de 2024.
En esta ocasión, destacaron las disminuciones en las divisiones de equipamiento y mantención del hogar y en la de transporte; las cuales contrarrestaron el aumento de la división de alimentos y bebidas no alcohólicas, dijo el Instituto Nacional de Estadísticas (INE).
La cifra generó entusiasmo en el mercado. “La inflación de Chile en agosto quedó por debajo de todas las estimaciones, con descensos en casi la mitad de las categorías”, resaltaron desde Oxford Economics en un reporte a sus clientes.

“La cifra de inflación de agosto es una noticia positiva. Antes de agosto, la inflación subyacente venía acelerándose en el margen, lo que generaba preocupación por los efectos de segunda ronda de los aumentos previos del salario mínimo y de las tarifas eléctricas”, señaló, a su vez, el economista senior de Itaú, Vittorio Peretti.
Precisamente, “lo más positivo”, a juicio del gerente de macroeconomía de Inversiones Security, César Guzmán, fue la moderación en los indicadores subyacentes.
En particular, la inflación sin volátiles descendió de 4% a 3,9%.
“La variación mensual del IPC sin volátiles estuvo bajo promedios históricos, al igual que todas las medidas de difusión inflacionaria, y, a diferencia de julio, en el IPC de agosto no se aprecian efectos evidentes de shocks de oferta por el lado de costos laborales”, mencionaron desde el Departamento de Estudios de Coopeuch.
Scotiabank Chile subrayó que se observó una menor inflación de ítems volátiles respecto de la esperada, explicada principalmente por la caída en las tarifas de paquetes turísticos.
Camino a la meta
Tras el dato del octavo mes del año, la expectativa de una inflación bajo el 4% hacia diciembre toma fuerza entre los analistas.
En Itaú esperan que la inflación cierre el año en 3,9%, y que se estabilice en torno a la meta de 3% durante el segundo trimestre de 2026. En el corto plazo, advirtieron que en octubre, los efectos base vinculados al alza de tarifas eléctricas contribuirán a una caída de la inflación hacia 3,5%.
El gerente de estudios de Gemines, Alejandro Fernández, cambió su proyección para el cierre de 2025 desde 4,1% a 3,9%. Eso sí, a diferencia de sus pares, cree que la meta se alcanzaría en 2027.
Coopeuch prevé un 3,9% para la variación anual del IPC en diciembre, y JPMorgan y Zurich AGF un 3,7%.
Pese a que se anticipa que “los próximos datos de inflación reflejarán una aceleración desde este nivel deprimido de agosto, producto de un patrón de estacionalidad alcista”, sostuvo el economista y estratega de inversiones para Latam de Zurich AGF, Gustavo Yana.
Estas proyecciones se acercan más al pronóstico de 3,7% que incluyó el Banco Central en su Informe de Política Monetaria (IPoM) de junio.
El mismo resultado anticipó el informe de JPMorgan, el cual reparó en que si se excluyeran los precios de la electricidad, la inflación general se situaría justo por debajo del 3% anual. “La electricidad por sí sola ha contribuido con 108 puntos básicos al IPC general anual en los últimos 12 meses”.
Mejor, cautela
Pese a que el mercado celebró la cifra, los analistas pusieron paños fríos con respecto a las repercusiones en materia de política monetaria, de cara a la reunión agendada para este martes.
“Si bien la inflación de agosto es una buena noticia, no permite cantar victoria”, dijo la economista jefa de Fintual, Priscila Robledo.
Desde Capital Economics esperan que no haya cambios en el tipo rector ,“dado que la inflación sigue situándose en el extremo superior del rango objetivo del Banco Central y que la demanda interna sigue siendo fuerte”.
Fernández tampoco ve implicancias para la Tasa de Política Monetaria (TPM), y reparó en que la inflación de los servicios no volátiles es “particularmente preocupante” (4,5% en 12 meses) y es probable que no avance mucho en lo que resta del año.
“Aunque el IPC de agosto estuvo por debajo de las expectativas del mercado, sigue a dos meses previos con una dinámica más fuerte de precios subyacentes”, mencionó Peretti. Agregó que el alza real de los salarios sigue siendo elevado, y la actividad no minera ha mostrado un desempeño favorable, “superando las tasas de crecimiento potencial. Por lo tanto, creemos que un ritmo gradual de recortes es el enfoque adecuado”,
Así, tal como también lo previó JPMorgan, la tasa rectora se mantendría en un nivel de 4,75%.
Ministro Grau: “La economía avanza en la dirección correcta”
Como una “muy buena noticia” calificó el ministro de Hacienda, Nicolás Grau, la contención del costo de la vida en agosto, pues -dijo- implica que en 12 meses la inflación se modera de 4,3% a 4%.
“Esto nos permite, a su vez, ir convergiendo hacia el 3%, que es la meta que tenemos como país, donde esperamos además que en el mes de octubre se muestre una baja importante que nos ayude a acercarnos más rápido aún”, proyectó el secretario de Estado.
Grau resaltó que el registro de IPC sin productos volátiles, como los alimentos y los combustibles, también tuvo una nula variación en el mes, agregando que productos como la gasolina y el pan redujeron sus precios en el período.
“Con esta inflación anual acumulada, tenemos el menor valor en once meses, lo que también da cuenta de que la economía avanza en la dirección correcta, junto con aumentar los salarios e ir conteniendo la inflación, y de esa manera mejorando la capacidad de compra de las familias”, cerró el secretario de Estado.
Los factores del GPM para mantener el tipo rector
El Grupo de Política Monetaria (GPM) recomendó -de manera unánime - al Banco Central mantener la tasa de interés en 4,75% en la reunión de hoy.
Esto con tal ir “privilegiando la cautela en el tramo final del ciclo de convergencia hacia la tasa neutral”.
La decisión de los economistas Eugenia Andreasen, Carlos Budnevich, Kevin Cowan, Juan Pablo Medina y Andrea Tokman responde a las condiciones locales y externas, que combina señales de resiliencia con desafíos persistentes.
En el plano local, destacaron que la actividad económica muestra un repunte acotado en el primer semestre, pero advirtieron “amenazas por un mercado laboral que permanece débil y una inflación subyacente más persistente de lo previsto”.
Para el tipo de cambio, indicaron que se mantiene en niveles elevados, ubicándose en torno a los $ 960-$ 970 por dólar, lo que contrasta con el buen desempeño reciente de la bolsa local y la estabilidad en las primas de riesgo, lo que refleja señales mixtas desde los mercados financieros.
“Hacia adelante, una potencial baja de tasas por parte de la Reserva Federal en septiembre podría favorecer una apreciación del peso chileno”, dijo el grupo.
Mientras que a nivel externo, apuntaron a una “elevada volatilidad” en los mercados financieros debido a los avances en la implementación de la nueva política arancelaria en Estados Unidos y la presión política sobre la Reserva Federal de Estados Unidos, lo que genera dudas acerca de su autonomía a mediano plazo.