La situación de la economía de Estados Unidos fue uno de los temas analizados por el Banco Central en uno de los recuadros del Informe de Política Monetaria (IPoM) de septiembre, en el que levantó una serie de alertas respecto de los riesgos inflacionarios que enfrenta la principal economía del mundo.
Esto no es menor, explica el banco en el reporte, ya que la materialización de shocks inflacionarios podría tener consecuencias directas sobre la trayectoria de la política monetaria de la Reserva Federal (Fed), lo que también repercutiría en el resto del mundo.
"La economía estadounidense enfrenta un conjunto de shocks que elevan los riesgos inflacionarios a corto y mediano plazo. De materializarse, la política monetaria de la Fed podría desviarse de las expectativas actuales del mercado y de lo considerado en el escenario central de este IPoM, lo que estrecharía las condiciones financieras en todo el mundo y, especialmente, en economías emergentes", es una de las conclusiones del informe.
Esta tesis se sostiene sobre la premisa de que los aranceles impuestos por el Gobierno de Donald Trump podrían incidir sobre las perspectivas y la inflación efectiva de la economía estadounidense.
"El escenario central de este IPoM contempla un incremento de la inflación en Estados Unidos, concentrado en 2025 y 2026, como resultado de la política arancelaria del Gobierno estadounidense. Cabe destacar que este aumento está en línea con las proyecciones de mercado y los dots de la Fed", agrega el recuadro del IPoM.
Sin embargo, dice el Banco Central, existen riesgos en torno a esta proyección que podrían llevar a que la política monetaria de esta economía siga una trayectoria menos expansiva que la prevista por el mercado y la considerada en el escenario central de este IPoM, afectando las condiciones financieras relevantes para las economías emergentes.
"En particular, destacan los riesgos asociados al impacto definitivo de los mayores aranceles en la dinámica inflacionaria, de la política migratoria en el mercado laboral y de perspectivas fiscales más desafiantes", expone el instituto emisor.
Los factores en juego
En primer lugar, si bien los efectos inflacionarios de los aranceles aún no se observan con claridad en los datos agregados, el informe del ente autónomo chileno señala que las cifras desagregadas muestran que los bienes más expuestos han presentado aumentos de precios mayores.
Asimismo, usando datos de precios de venta en línea de grandes tiendas minoristas de Estados Unidos, Cavallo et al. (2025) encuentran que se han producido alzas mayores en los precios de bienes importados que en los de bienes producidos internamente.
"En la medida que la incertidumbre acerca del nivel definitivo de los aranceles y las prácticas de anticipación se disipen, puede materializarse un escenario de impactos más relevantes de los aranceles en las cifras agregadas que las consideradas en las proyecciones de mercado. La persistencia de estos efectos dependerá, entre otras cosas, de su impacto en las expectativas de los agentes.
A lo anterior, se suma que las políticas sobre inmigración han reducido "significativamente" los flujos de entrada de inmigrantes, a lo que se agregan las deportaciones directas y la reducción de la participación por el temor a las detenciones en el lugar de trabajo, suma el recuadro.
"Sobre esto último, el Beige Book de julio destacó que las empresas percibían que el miedo a la deportación estaba siendo un factor relevante en la pérdida de trabajadores extranjeros", dice el IPoM.
Coherente con eso, datos del U.S. Bureau of Labor Statistics muestran que, respecto de marzo de este año, la tasa de participación laboral de extranjeros ha caído casi 1,5 puntos porcentuales (pp.), mientras que la de nativos se mantuvo relativamente estable.
Esto representa un shock de oferta laboral contractivo, que reduce el ritmo de creación de empleo y la actividad, y presiona los salarios al alza, advierte el Banco Central.
Cheyre et al. (2025) muestran que esta situación estaría generando un aumento de los salarios reales en torno a 0,1 pp. por mes por sobre su promedio, que se compara con caídas bajo el promedio de la misma magnitud en el período de mayor ingreso de migrantes.
De esta forma, el nivel del salario real estaría entre 0,7 y 1,0 pp. por encima de un escenario sin el cambio de política, factor que ejerce mayores presiones inflacionarias, agrega el banco.
Por otra parte, el paquete fiscal aprobado el 4 de julio incluye recortes temporales de impuestos y más gasto en defensa y control migratorio, mientras que las reducciones de gasto previstas se implementarían gradualmente desde finales de 2026, concentrándose en los años 2029 a 2034.
"Se estima que el impulso fiscal resultante de estas medidas sería de entre 0,2 y 0,4 pp. del crecimiento del PIB en 2026, lo que añadiría presiones de demanda sobre los precios", cierra el análisis.