Un buen cierre de semana está teniendo el Gobierno y, en particular, su equipo económico. Esta tarde de viernes el Ministerio de Hacienda informó esa que, tras sus revisiones anuales, Standard & Poor’s Global Ratings ratificó la calificación crediticia de Chile, en A, con perspectiva “estable”; y Moody’s hizo lo propio en A2, con la misma perspectiva de “estable”.
Las decisiones de ambas agencias se sustentan en la fortaleza institucional del país, la consistencia de sus marcos fiscal y monetario, y un perfil de deuda moderado en comparación internacional, dijo un comunicado de la cartera.
S&P proyecta que la deuda neta del Gobierno general se estabilizará en torno a 37% del PIB entre 2025 y 2028, en un contexto de crecimiento y consolidación fiscal.
La agencia prevé un crecimiento del PIB de 2,5% en 2025 y un promedio cercano a 2,2% para 2026-2028, con impulso de la inversión y las exportaciones.
Además, estima que la inflación convergerá a 3% en 2026, destacando el rol del Banco Central y la resiliencia del sistema financiero.
S&P prevé que la inversión extranjera directa será capaz de financiar plenamente los déficits de cuenta corriente, en un escenario de precios favorables del cobre y ejecución de proyectos, apoyado por el programa de acumulación de reservas del Banco Central.
La calificadora también destaca avances institucionales recientes, incluida la Reforma de Pensiones, la Ley de Cumplimiento Tributario y ajustes a la Ley de Responsabilidad Fiscal.
En el caso de Moody’s, la agencia anticipa que la consolidación fiscal continuará en los próximos años, anclada en el marco fiscal, y que ello será suficiente para mantener la deuda por debajo del umbral prudente de 45% del PIB.
La entidad anticipa un crecimiento real en torno a 2,5% este año y el próximo, apoyado por mayor inversión y exportaciones.
Junto con valorar la decisión de las clasificadoras, el ministro de Hacienda, Nicolás Grau, afirmó que “la ratificación de la calificación crediticia por parte de estas dos agencias nos deja en una muy buena posición para enfrentar la tramitación presupuestaria, porque refleja la solidez fiscal de nuestro país. Lo hemos dicho antes: si alguien tiene dudas sobre la política fiscal de Chile, basta revisar lo que señalan las clasificadoras de riesgo. Así nos lo transmitieron también en las reuniones que sostuvimos con ellas durante los encuentros anuales del Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional”.
En estos cuatro años, reiteró, “la deuda pública registrará el menor crecimiento desde el primer gobierno de la Presidenta Bachelet, y eso es algo que el mercado internacional valora positivamente”.
Las ratificaciones de ambas agencias consolidan la posición crediticia de Chile dentro del rango “A” del grado de inversión, un nivel comparable al de países como Lituania, Letonia o Israel, según S&P, y similar al de Lituania y Polonia, según Moody’s.
En ambos casos, Chile se mantiene por sobre la mayoría de las economías de la región.