Luego de la controversia generada por las columnas y notas sobre Chile que realizaron importantes periódicos internacionales como The Wall Street Journal y Financial Times, un nuevo artículo, esta vez del NY Times, promete elevar el debate sobre la economía local.
"La brecha del ingreso disminuye en Chile, para bien o para mal", se llama la columna escrita por Eduardo Porter, quien plantea que esta tendencia también se observa en otros países de América Latina.
"(La brecha) ha bajado en países liderados por gobiernos de izquierda como Venezuela y Argentina y países encabezados por gobiernos de derecha, partidarios del mercado como Perú y Colombia. Ha disminuido en países que crecen más rápido y países que crecen más lento", señala la publicación.
En ese contexto, indica que "nadie" comprende realmente lo que está impulsado esta dinámica en toda la región y plantea que -"mientras los líderes latinoamericanos ya están empezando a vanagloriarse por el logro"- podría ser en realidad no tanto un síntoma de una política exitosa, sino más bien de una vulnerabilidad económica "profundamente enraizada".
"La política de redistribución de los gobiernos parece haber jugado un papel en reducir la brecha..." Pero esta no es la única explicación. Según algunas estimaciones, la política redistributiva podría ser respoansable de apenas un 30% de la caída en la brecha. La mayor parte del efecto parece concentrarse en el mercado laboral. "Algo al parecer ha aplanado la distribución de los salarios. Esto puede ser resultado del incremento de la oferta de trabajadores con educación universitaria que ha reducido el premio en salarios respecto de trabajadores menos educados", plantea la publicación.
La columna de Porter -que menciona la reforma educacional que está empujando la administración Bachelet-agrega que otras potenciales explicaciones tienen que ver con la menor calidad de los nuevos graduados.
"El boom educacional en Latinoamérica ha hecho proliferar las universidades privadas, algunas de las cuales son de menor calidad. Los estudiantes pueden ser también de menor calidad al provenir de familias que recibieron educación básica y superior más pobre", dice la publicación.