Por Marta Sánchez Leiva
La economía chilena ratificó ayer su buena racha. Y no es para menos si se considera que de nueve sectores productivos, seis mostraron en el período enero-marzo, un crecimiento de dos dígitos, donde la industria destaca por la fuerte recuperación mostrada, luego de una fuerte caída debido a los efectos del terremoto. Este dinámico comportamiento, explicado principalmente por la recuperación post terremoto, trajo como consecuencia directa, según informó el Banco Central, que el Producto Interno Bruto (PIB) llegara a 9,8%, tendencia que consolidaría la posibilidad que en 2011 la actividad evidencie un dinamismo superior al 6%.
Una forma de dimensionar este incremento es señalando que el 9,8% es el resultado más alto obtenido desde el cuarto trimestre de 1995 cuando alcanzó un 11,8% y el mejor incremento al compararlo con los primeros tres meses del año ´92, pues evidenció una expansión de 11,9%.Más aún, la demanda interna en este período creció 14,6%, el mismo nivel exhibido en el último trimestre de 2010, y fuertemente impulsada por el consumo de hogares con un 12,6% y la inversión que anotó una tasa también récord de 19,3%.
Si bien la distancia que separa el crecimiento del PIB con la demanda en este primer trimestre da pie para plantear un posible sobrecalentamiento de la economía, todavía no existe consenso en el mercado, ya que los expertos se inclinan porque se ha anticipado un cierre en las brechas de capacidad y que debiera moderarse el crecimiento en el resto del año. La mala noticia, en todo caso, viene dada por el lado de la inflación. Aunque las expectativas se han moderado, tal como lo dijo ayer el ministro de Hacienda, Felipe Larraín: “Cuando comparamos las tasas de bonos en pesos y en dólares del Banco Central a dos años, nos encontramos con una caída muy fuerte en las expectativas de inflación y también con una moderación de los precios de los alimentos”. No obstante, las estimaciones de la mayoría de los economistas todavía se ubican en el techo del rango-meta establecido por Central de 2% a 4%. Por tanto, la apuesta es que la autoridad monetaria deberá seguir elevando su tasa de interés hasta alcanzar el llamado nivel neutral: en torno al 6%.