Esta semana en un nuevo episodio de La Cadem en el Diario Financiero, en medio del ya iniciado embargo a las encuestas, que guardarán silencio hasta las elecciones del 16 de noviembre, estuvo el presidente del Partido Republicano y candidato al Senado por la Quinta Región, exdiputado Arturo Squella.
En la ocasión se le consultó, acerca de las dudas que podría tener el electorado respecto de que la oposición llegue a La Moneda, especialmente el candidato José Antonio Kast, y no logren trabajar en unidad, tal como se ha visto la relación entre las oposiciones durante la campaña presidencial.
Desde el punto de vista de Squella “actuar de consuno, por decirlo de alguna manera, no implica que necesariamente tengas que tener un vocero para todo o que no tengas diferencias en el proyecto político que hay detrás”, con lo que de alguna manera reconoce algunas de las diferencias que han quedado de manifiesto en este periodo.
Sin embargo, el timonel republicano añadió a su comentario que “la gracia que hay hoy día, con 6 millones de votantes no habituales, es precisamente el abanico que se genera; y que exista un mundo que ponga el foco en lo libertario y que el Estado tiene que ser lo más pequeño posible y que, por el otro lado, haya personas al otro extremo que dicen ‘sí está muy bien, pero el rol del Estado es bastante más importante de lo que tú dices’”.
Sin “complejos ni vetos”
Ello, porque según Squella, esto permite, “a la hora de los qué hubo, poder llegar a tocar la tecla o la fibra de los electores”.
El dirigente aclaró también que “existe buena relación de confianza muy profunda entre los distintos actores que tienen los principales partidos del resto de la oposición. Porque tenemos experiencia en trabajar juntos cuando el desafío requiere justamente trabajar juntos”.
En este sentido, el dirigente planteó que “el 16 de noviembre con un Parlamento más afín a las ideas de derecha vas a ver las consecuencias de una manera mucho más tajante del comportamiento del mercado”. Y, en esta medida, fue categórico en cuanto a que en un gobierno de José Antonio Kast, “uno no va a andar mirando la ficha política. Hace mucho tiempo ya se dejó de seguir la dinámica de que las personas tenían dueños de pases, más bien uno va a las personas”. A este respecto complementó que “aquí no hay complejos, ni vetos”.
Pero sí debe estar presente “el compartir el sentido de prioridad y de urgencia que tienen los focos que estamos poniendo y tener el temperamento y el carácter para tomar decisiones que son difíciles”, enfatizó.
Y pensando en el balotaje, Squella fue categórico en sostener que “es relevante que pasemos en primer lugar a la segunda vuelta, para asegurar una elección presidencial del sector con mayoría en ambas cámaras”.