Por ángela Chávez M.
En medio de las cuentas alegres y definiciones que adoptaban ayer los partidos que apoyaron la candidatura de Michelle Bachelet, para iniciar lo que ella misma calificó como la segunda etapa con miras a noviembre, en la Democracia Cristiana (DC) intentaban hacer frente a la crisis interna que provocó el tercer lugar en que se ubicó Claudio Orrego en las primarias.
De ahí que junto a los análisis del por qué de la derrota también surgieron las pasadas de cuenta y los llamados al líder de la colectividad, senador Ignacio Walker, a “dar un paso al costado” y asumir la responsabilidad del fracaso por no haber conseguido el segundo lugar, que quedó en manos del independiente Andrés Velasco.
En esa línea, la senadora y quien le compitiera en primarias internas al mismo Orrego para convertirse en la carta presidencial de la tienda, Ximena Rincón, advirtió que “en los momentos duros como los que estamos viviendo nosotros -no pensábamos, ni queríamos ni esperábamos un tercer lugar-, creo que corresponden gestos de grandeza. Los hemos tenido en el pasado, con Enrique Krauss y la misma Soledad Alvear. Es algo que tiene que evaluar el presidente del partido”, dijo la legisladora.
El punto, a juicio de la parlamentaria, es que era de conocimiento público que no se le iba a ganar a Bachelet cuyo “fenómeno es impresionante y así quedó demostrado”, sino que haber “salido terceros, bajo un independiente que no tenía partido, estructura, ni presencia territorial. Por eso tenemos que repensar la estrategia e Ignacio Walker tiene que hacer una evaluación de lo que esto significa”.
Cercanos al senador en tanto, aseguran que responsabilizar al presidente del partido por el fracaso en las primarias es “una exageración” y recuerdan que fue la Junta Nacional de la DC -incluídos los que estaban por apoyar desde un comiezo la opción de Bachelet- la que decidió llevar un candidato y participar de este proceso “sí o sí”.
Asimismo, recuerdan que Ignacio no fue candidato, cuando su nombre también sonaba como posible abanderado y que hubo un importante grupo de dirigentes decés que trabajaro por la candidatura de Velasco.
Desde la mesa, en tanto, el diputado Fuad Chahin -quien no pertenece a la misma corriente de Walker- salió al paso de la polémica advirtiendo que “quien esté libre de pecado que tire la primera piedra”.
“Responsabilizar a Ignacio Walker es un despropósito”, dijo Chahín, llamando también a mirar de manera “ponderada” los resultados obtenidos por Orrego en aquellas zonas donde están quienes hoy critican.
En medio de esta tensión, el presidente del Senado y un reconocido bacheletista, Jorge Pizarro, puso una cuota de prudencia, planteado que si bien el partido tiene que hacer una evaluación “por el mal resultado”, ésta tiene que hacerse en el momento “oportuno”, porque en lo inmediato “el desafío es construir unidad en torno a la propuesta programática de la oposición y potenciar la campaña de Michelle Bachelet”.
Coordinación
La mesa del PPD, por su parte, inició ayer los primeros contactos con los representates del comando de Bachelet para ordenar el trabajo de lo que se viene de campaña.
Con ese objetivo los ex titulares de la tienda, encabezados por el actual presidente, senador Jaime Quintana, recibieron en la sede partidaria a quien es hoy la “mano derecha” de la abanderada, Rodrigo Peñailillo, además de la encargada territorial, Orieta Rojas, la vocera Romy Schmidt, entre otros dirigentes.
Por otro lado, los presidentes de la Concertación, más el PC, retomarían hoy las reuniones para zanjar la plantilla parlamentaria y las posibles primarias a realizar. Se espera que el acuerdo quede sellado entre esta semana y la próxima, a fin de cumplir con el plazo impuesto por la misma candidata del 14 de julio.