A Andrés Allamand no lo asusta el bajo nivel de aprobación que tiene el gobierno de Sebastián Piñera en las encuestas. Es más, no duda en reconocer que quiere continuar la senda de la actual administración. “He tomado desde temprano la decisión de plantearme como el continuador de la obra del presidente Piñera, entonces cuando a mí me preguntan digo que sí, que este gobierno ha hecho la pega y la ha hecho bien y yo aspiro a ser el continuador de la obra de este gobierno”.
Y la fórmula para lograr eso la tiene en mente. “En una lógica electoral, el gobierno ya está en un 38% y podría aventurar que en los próximos 60 días superar la mítica barrera del 40% o 42%, incluso. Pretendo ser el continuador de esta obra y el 30 de junio ganar la primaria y luego mi lógica y desafío es acercarme a ese 42% que el gobierno va a tener. Si logro acercarme a ese 42% quiere decir que la elección con Michelle Bachelet va a ser muy competitiva”.
¿Cómo fundamenta eso? “Es una cuestión matemática, porque Marco Enríquez-Ominami no va a tener ni un punto menos de 15% ó 12% y en cualquier lugar del mundo un candidato que se empina en un 40% es altamente competitivo”.
Agrega, además, que la abanderada del PS, PPD y MAS en estos días de campaña “ha roto el ADN del voto demócratacristiano”, lo que a su juicio se hace incorporando al Partido Comunista a la coalición de gobierno, siendo partidaria del matrimonio homosexual, mostrándose partidaria del aborto y llamando a terminar con la educación particular subvencionada. “Si yo hubiera tenido que inventar y contratar analistas para decir cómo en una coalición de centroizquierda arrincono a la DC conceptualmente, yo hubiera dicho esas cuatro cosas, invito al Partido Comunista a la coalición de gobierno, soy partidario del matrimonio homosexual, soy partidario del aborto y terminemos con la educación particular subvencionada”.
Por eso, para Allamand la actual campaña con miras a primarias y posteriormente a la presidencial tiene un énfasis: la convicción. “Estoy seguro que en la medida que pase el tiempo se va a valorar la buena gestión que se ha hecho. Creo que para un candidato como yo que ha estado toda la vida en esto, que ha estado desde el origen, que ha hecho una vida con el presidente Piñera, si logro ganar la primaria, me aproximo a ese 40%, y la DC queda tan flanqueada como va a quedar, las posibilidades de ganar están ahí…”.
Y afirma que, por personalidad como por la investidura de su cargo, el mandatario va a jugar un rol clave en la elección. “Creo que pretender hacer pasar al presidente Piñera a un segundo plano está más allá de cualquier fuerza humana, a este modesto candidato nadie le puede pedir eso, creo que a Golborne tampoco. (Piñera será) genio y figura hasta la sepultura (…) Para mí es un hecho de la causa que él va a ser un presidente activo hasta el ultimo día de mandato, esto del pato cojo no le aplica, es su forma de ser”.
Por eso, refuerza mensajes clave para su electorado cautivo -”yo no hablo de dictadura, sino de gobierno militar”, dice- y realiza guiños al centro político: plantea que “no, bajo ninguna circunstancia” es partidario del aborto, mira al electorado DC al señalar que “me identifico con Claudio Orrego, porque lleva una vida dedicada a esto”, y afirma que lo que he resuelto es hacer una campaña “no inventándome, no disfrazándome, he tomado una decisión radical, de decir lo que pienso sabiendo que uno no es monedita de oro y creo que me ha ido bien por eso”.