Política

Carta anónima en el Congreso: La política en la era del espectáculo

¿De verdad se juega algo de fondo para la DC y la oposición con la trama en torno a la caída de Silber como presidente de la Cámara de Diputados?

Por: Rocío Montes | Publicado: Viernes 15 de marzo de 2019 a las 04:00 hrs.
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Una carta anónima con acusaciones de violencia intrafamiliar contra el diputado DC Gabriel Silber llega a todos los congresistas. Lo acusan de maltrato a su esposa, la exvicepresidenta de la DC, Cristina Orellana, con la que se encuentran recientemente separados El lunes a última hora, la diputada Pamela Jiles, del Frente Amplio, destapa la trama en Twitter. Luego sabemos que el asunto –los supuestos abusos o la amenaza de denunciarlo por un supuesto maltrato, según quien lo relate– se comentaba hace algunos meses en los círculos políticos, incluido el del propio Silber, que a las pocas horas aparece junto a su ex pareja estampando una denuncia para que la PDI determine la autoría del anónimo. Es decir: la supuesta víctima junto al supuesto victimario.

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La DC y el diputado por Maipú en conjunto deciden, luego, bajar su postulación de la presidencia de la Cámara, con un evidente daño al partido y a la imagen del parlamentario implicado (en sentido común lleva a preguntarse ¿por qué la DC le quitaría el respaldo a un parlamentario si fuera inocente? El sentido menos común hace suponer que la bancada conoce detalles que la opinión pública no sabe y que, aunque las acusaciones de maltrato no tengan fundamento, Silber no está en condiciones de asumir el cargo, porque se encuentra amenazado, deprimido o lo que sea...)

En definitiva: la DC no se queda sin postulante a la presidencia de la Cámara –el lunes los diputados escogerán al candidato­–; los llamados moderados y progresistas del partido se enfrascan en una lucha intestina por salir ganando y lograr instalar las cartas propias por el cargo de debatible relevancia; el Frente Amplio veta nombres desde la izquierda; y el presidente de la DC, Fuad Chaín, entrega detalles por la radio de la situación sentimental del diputado Silber...

Si lo escribiéramos por Twitter diríamos: #OMG

Para despejar algunos puntos: por supuesto que este episodio sería de total relevancia para la ciudadanía si lo que se estuviera de verdad discutiendo fuera la pertinencia de que un diputado que maltrata a su pareja ocupara la presidencia la Cámara. Fue lo que se abrió con el ex diputado Ricardo Rincón –nuevamente la DC en tramas de esta índole–, que provocó algunos avances, como protocolos internos en el partido para enfrentar este tipo de casos.

El actual episodio, sin embargo, no parece un debate profundo acerca de la violencia machista que ejercen autoridades públicas en su vida privada –de total pertinencia en la época del Me Too–, sino asuntos de otra índole. Evidentemente, no será ni la prensa ni los partidos los que determinarán si Silber ejerció maltrato hacia Orellana, si efectivamente ocurre lo que hasta ahora no ha sucedido: que se abra una investigación indagando esta arista. Pero, nuevamente: al menos con los antecedentes disponibles, todo parece indicar que el escándalo político de la semana –usando en eslogan de un programa de farándula–, tiene relación con otro tipo de enredos. Orellana –ingeniera civil industrial con carácter y trayectoria, presidente del Sistema de Empresas Públicas en el segundo gobierno de Michelle Bachelet­– no solo no ha hecho ninguna denuncia policial ni ante las instancias del partido, sino que escribió un tuit señalando: "Todos los que me conocen, saben que soy perfectamente capaz de tomar decisiones y de defenderme".

¿De qué se trata entonces?¿De vendettas políticas? ¿A quién convendría el boicot a la llegada de Silber a la presidencia de la Cámara?

Se ha dicho que la operación podría haber provenido de la misma DC. Mal que mal, la carta anómina parecía haber sido escrita desde dentro del partido. "Estimadas camaradas", decía al comenzar. Pero...¿verdaderamente algún DC haría estallar por pura animadversión política un escándalo de estas dimensiones, que no solo dejan en el suelo al diputado Silber sino que mancha, nuevamente, al propio partido con un caso de esta índole?

Otra opción que se ha barajado: que la carta sin firma haya sido escrita desde el propio círculo íntimo del diputado, lo que no parece probable ni siquiera para quienes por estos días han estado firmes junto a Silber.

¿Un misil político desde el Frente Amplio, para evitar la llegada a la presidencia de la Cámara? Fuera del esquema: Silber no es de los duros de la DC, sino de los llamados progresistas y, aunque ha sido de los sostenes del moderado presidente Fuad Chaín, en sus últimos movimientos políticos se le había visto acercando posiciones con el Frente Amplio.

Entonces, ¿qué? Poco y nada. Probablemente, pura insustancialidad y hojarasca: una forma de hacer las cosas que se hace habitual en política. Cercanos al diputado sospechan sobre la base de determinados informes digitales que la carta anónima, al menos del redes sociales, se comenzó a difundir a través de cuentas de Twitter ligadas a ciertos sectores del Frente Amplio. Pero no lo atribuyen a ningun objetivo político, salvo derribar a un DC por machismo, en medio de la avanzada feminista.

Sea como fuere, con todo lo que ha pasado...¿De verdad alguien piensa que se juega algo de fondo para la DC y la oposición con la trama en torno a la caída de Silber?

Mientras, el gobierno sigue jugando solo.

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