La crónica de una muerte anunciada. El directorio de la Clínica Las Lilas, uno de los principales activos de la extinta isapre Masvida, acordó ayer el cierre temporal del recinto debido a la falta de liquidez, de pacientes y de las condiciones mínimas para mantener la operación.
El abogado de la mesa, Mario Rojas, explicó que la falta de capital fue la principal razón que obligó al cese temporal del funcionamiento, que fue aprobado por tres votos a favor, una abstención y la negativa de la doctora Alejandra Falbaum.
“Se llegó a la conclusión que carecemos del capital de trabajo suficiente para asegurar condiciones adecuadas de operación”, señaló el profesional.
Añadió que el no pago por parte de la ex isapre Masvida de facturas por $ 3.475 millones asociadas a servicios prestados entre octubre de 2016 y abril de 2017 incidió en la falta de recursos para cubrir la operación del recinto de salud. Estas deudas no fueron reconocidas en el proceso concursal de reorganización de la aseguradora.
Además, aseguró, Nueva Masvida, la sucesora de la isapre, dio por prepagados otros $ 700 millones, lo que también incidió en el default en que se encuentra la clínica.
“Ellos tienen una opinión distinta respecto a este último punto pero ese es un tema legal que tendrá que saldar la justicia”, precisó.
La suspensión está supeditada a la resolución que el próximo martes adopten los acreedores, en el marco de la votación de la reorganización judicial de las clínicas de Empresas Masvida.
Rojas precisó que la propuesta contempla un plan de pagos con un plazo de tres meses de gracia, periodo en el que, asegura, esperan encontrar un socio que inyecte al menos $ 9 mil millones para reactivar las operaciones de la clínica, aunque precisó que ninguna de las ofertas que han recibido hasta el momento considera una capitalización como la que requieren. “Hasta ahora no ha ocurrido, en general están más interesados por la red de Masvida en general y no por la Cínicas Las Lilas en particular2, apuntó.
“En concreto este es capital que no tenemos en la caja y por eso se decidió suspender las actividades de la clínica hasta que sea necesario. Ahora, todo depende de si los acreedores aprueban nuestras propuestas”, comentó el jurista.
Rojas detalló que $ 2 mil millones del monto señalado se destinarían a inversión e infraestructura y el resto para pagos y funcionamiento del recinto.
En horas de la tarde de ayer el directorio de Las Lilas habló con representantes de los 680 trabajadores de la cínica y les informó sobre esta decisión.
El estatus contractual con el que quedarán estos colaboradores es una de las materias que aún está en evaluación, comentó el abogado, aunque aclaró que están analizando disponer de algunos activos que no son parte de la reorganización, como terrenos, para cubrir las indemnizaciones en caso de un cierre definitivo.
“Si se suspenden las actividades no estamos proveyendo trabajo, por lo que estamos viendo con otros activos que no están liquidación para responder a los trabajadores”, dijo.
En la clínica aclararon que la dotación no será despedida, pero tampoco se les pagarán sueldos durante el período de suspensión.
Plan B y deudas
Frente a un eventual rechazo por parte de los acreedores, Rojas explicó que la alternativa será solicitar la liquidación de la empresa.
En este caso dice que la administración velará porque los trabajadores tengan prioridad de pago.
La deuda actual de la clínica oscila entre $ 17 mil millones y $ 27 mil millones, dependiendo de las impugnaciones que ingresen y que sean falladas por la jueza.
“La única manera de seguir operando y de establecer condiciones de pago es aprobando la reorganización sin eso no hay ninguna posibilidad, sin esa caja no tenemos ninguna posibilidad”, puntualizó el abogado.
Plan contempla plazos de pago de hasta doce años
Hasta ayer la jueza a cargo de la reorganización judicial de la Clínica Las Lilas tenía plazo para acreditar las deudas del recinto de salud.
Según explicaron algunos de los acreedores las reclamaciones de pago habrían tenido una recepción masiva, destacando entre las más altas, una por $ 10 mil millones.
En caso de aceptar la fórmula de pagos que el directorio propuso a través del abogado Mario Rojas, el próximo martes los acreedores deberán aprobar la reorganización. Este convenio es distinto al que se ofreció originalmente, donde se propuso saldar el 60% de los créditos adeudados.
Ahora Empresas Masvida comprometió pagar la totalidad del monto adeudado, pero estableciendo plazos diferenciados dependiendo del tipo de acreedores, es decir, si son proveedores o financieros. Así a los primeros con deudas menores a $ 100 millones se propone un plan de pago a tres años, mientras que en los casos en que las acreencias superan el monto señalado se les ofrece pagar en un plazo de seis años.
En el caso de los afectados financieros, esto es bancos y principalmente factoring, se les ofreció una modalidad a doce años.
Fuentes relacionadas con los acreedores afirmaron que esta propuesta no sería aprobada, ya que los plazos que se establecen son muy largos. "Es como que me dijeran que no me van a pagar", dijo uno.
De seguir con la liquidación de la compañía, la idea es ver las opciones inmobiliarias que podría presentar el terreno ubicado en Providencia, cuya venta podría ser una alternativa para que el holding de médicos no siga perdiendo más plata.