Comienza una nueva etapa en la denuncia que a principios de este año interpuso un grupo de taxistas contra Uber ante el Tribunal de Defensa de la Libre Competencia (TLDC). El organismo inició la etapa de prueba en que, en un plazo de veinte días hábiles, las partes deberán argumentar sobre los puntos clave para determinar si hay infracciones.
El TDLC señaló que los testigos que se presenten deberán referirse a dos temas fundamentales: primero, las características, estructura y condiciones del mercado “en que incidirían las conductas imputadas”, como también la participación de Uber en este, desde 2013 hasta la fecha en que se interpuso la demanda.
En segundo lugar, solicita probar la efectividad de que los requisitos para los automóviles y las tarifas de la aplicación no se ajustan a lo establecido por la autoridad e infringen “las normas que regulan el acceso al transporte remunerado de pasajeros”.
En marzo de este año, un grupo de 58 taxistas llevó a Uber al TDLC, acusando una “competencia desleal”, para lo cual no sólo buscan que se suspenda el servicio, sino que además se le aplique una multa por los años que lleva funcionando en el país, por un monto que superaría los US$ 16 millones.