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Alfa por dentro: la ?vida? después de la suspensión de sus operaciones

Es tema obligado en el mercado desde que el miércoles 23 de abril pidieron la suspensión de sus operaciones en el mercado...

Por: | Publicado: Miércoles 30 de abril de 2008 a las 21:58 hrs.
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Es tema obligado en el mercado desde que el miércoles 23 de abril pidieron la suspensión de sus operaciones en el mercado de valores. Nadie, a estas alturas, se abstrae de la situación que enfrenta Alfa, la corredora de bolsa de propiedad de la familia Contin que cayó en desgracia al no poder cumplir con sus índices de liquidez y solvencia debido a complicaciones con sus operaciones de simultáneas.

En el primer plano desde entonces, los análisis apuntan especialmente hacia el futuro de la firma, la cual además tiene presencia en el ámbito del factoring, bolsa de productos y asesorías financieras corporativas.

A la fecha, y en medio de las auditorías de las que es objeto por parte de la autoridad y de la misma Bolsa de Comercio, la claridad no es mucha. Menos lo es entre los trabajadores que se desempeñan en la corredora, quienes enfrentan una situación de lógica preocupación por su futuro. Una inquietud que se inició temprano el día 23, tanto por informaciones que transmitieron jefes de área, por el aviso de suspensión de operaciones que apareció en el terminal de la Bolsa de Comercio e, incluso, por alertas de personas externas a la firma. Hubo telefonazos que reflejaban la inquietud de que se venía un temporal.

Los clientes no se hicieron esperar y hubo directrices claras para que el área comercial resolviera las dudas. Se optó también por realizar llamadas puntuales para dar la explicaciones del caso a sus clientes, en qué situación estaban sus activos.

La plana mayor de Alfa procuró calmar los ánimos. Hubo dos reuniones en cuyo marco se escucharon las explicaciones de lo que había ocurrido -sin entrar en el detalle de sus causas-, lo que estaba pasando en esos momentos y los escenarios que se vislumbraban. Estos, según explicaron -y que siguen vigentes-, son tres: que la corredora cierre en vista de que salen "mal" de las auditorías; otro, en que la petición de quiebra del Banco de Chile avanza, lo que internamente se considera poco probable porque se ha entedido más bien como una medida cautelar; y un tercero, positivo, en que la salida del asunto es sinónimo de venta.

Pero poco o nada se ha hablado en las oficinas de Apoquindo de eventuales responsables. En esto, se explica desde la corredora, influye el ambiente familiar que ha tpredominado después de dos décadas de trabajo con la familia Contin. "Hay afecto, respeto", son los conceptos. Y la visión de Alejandro Contin hijo despidiéndose de cada ejecutivo al partir de vacaciones lo ponen como un ejemplo.

Cada uno ha seguido en lo suyo, trabajando en el horario normal, se explica. La excepción, obviamente es la parte comercial.

Y si bien se reconoce que los comentarios de pasillo revelan preocupación y las lealtades tambalean, al final predomina la expectación. Un factor tranquilizador, en este sentido, lo da la misma disposición de los dueños respecto a que están los dineros para pagar las indemnizaciones si así lo amerita el caso. Otro elemento que aporta, hasta ahora por lo menos, es que no ha habido una estampida de clientes, aunque se reconoce que las confianzas se afectaron. "El daño está hecho", se admite.

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