Largas filas para tomar transporte público, caos vial y la caída de las telecomunicaciones. Un escenario conocido para Chile tras vivir el masivo corte de electricidad del 25 de febrero. Sin embargo, esta vez ocurrió al otro lado del océano: fue parte del cuadro que enfrentó este lunes España -salvo en las islas- y Portugal al quedar a oscuras. Y también afectó a una parte de Francia.
El Presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, reafirmó al caer la noche el objetivo de seguir recuperando el suministro mediante tres palancas: las interconexiones con Francia y con Marruecos; los ciclos combinados de gas y las centrales hidroeléctricas. El operador de Red Eléctrica anunció en las primeras horas del martes que ya podía suministrar el 99,95% de la demanda eléctrica del país tras el gigantesco apagón.
Respecto a las causas, Sánchez indicó el lunes que “lo que nos comunican los técnicos de Red Eléctrica, es que a las 12.33 de esta mañana, 15 GW (60% de la demanda del país en ese momento) de generación se han perdido súbitamente del sistema y se han perdido en apenas cinco segundos. Esto es algo que no había ocurrido jamás”. Y aseguró: “Se están analizando todas las causas potenciales sin descartar ninguna hipótesis, ninguna posibilidad”.
Posteriormente, el operador de la red eléctrica española indicó que su evaluación preliminar había descartado el ciberataque como causa del apagón general.

Algunos comercios siguieron atendiendo público.
¿Hay diferencias con el apagón de Chile?
Lo vivido en Europa aún tiene interrogantes sin respuesta. De hecho, en Chile, a casi dos meses del apagón, aún hay investigaciones en curso para entender lo ocurrido. Pero en ambos casos hay diferencias significativas.
El investigador SERC Chile-USM, Ricardo Álvarez, sostiene que ambos sistemas son bastante diferentes. Por ejemplo, el sistema español está fuertemente enmallado y está interconectado con otros países como Portugal, Francia y Marruecos.
En tanto, el Sistema Eléctrico Nacional está aislado, no se conecta con ningún otro país. Añade que otra diferencia fundamental es el tamaño: el sistema chileno es mucho más pequeño que el español. “La demanda energética anual de España es más de cuatro veces que la demanda anual de Chile”, sostiene.
Pero también hay diferencias en cuanto a la naturaleza de los eventos. “El apagón en Chile no se originó por una pérdida de generación eléctrica, sino que por la desconexión de una línea”, dice Álvarez.

Miles de pasajeros quedaron varados en las estaciones de trenes y buses.
Precisamente, el gerente general de Systep, Rodrigo Jiménez, recuerda que en Chile la falla se atribuyó preliminarmente a un problema en la línea de transmisión Nueva Maitencillo–Nueva Pan de Azúcar, mientras que en España se indaga un posible fallo técnico asociado a eventos climáticos extremos, entre otras hipótesis.
“Además, el impacto europeo fue internacional, al desconectarse España del sistema eléctrico continental, y la reacción institucional también varió: Chile decretó estado de excepción y toque de queda, mientras que España articuló su respuesta a través de la coordinación entre operadores del sistema europeo”, dice Jiménez.
Más allá de estas particularidades, el experto indica que en ambos casos hay dos preguntas que deberán responderse: “Las instalaciones que originaron la falla y la condición de operación del sistema en ese momento, ¿justifica un colapso de esta magnitud? Y, ¿el tiempo de recuperación del servicio fue razonable y se ajustó a los estándares normativos vigentes?”.
El socio director de la consultora energiE, Daniel Salazar, plantea que España ha sido de aquellos países que han avanzado rápidamente en la inserción de energía renovable variable, y que incluso durante la década pasada sirvió de referencia para la inserción de renovables en Chile.
Detalla que la matriz del sistema eléctrico español posee una fuerte componente renovable (57%), donde solo la producción eólica y solar fotovoltaica superan el 40%, seguidos de producción nuclear (20%) y gas natural (13%).
“Llama la atención que pese al tamaño del sistema eléctrico e interconexiones con países vecinos (Francia, Portugal, Marruecos) -lo cual da cuenta de infraestructura y capacidades para gestionar importantes volúmenes de energía renovable variable y manejar contingencias- el apagón haya tenido una gran profundidad y afectación, no solo en España sino también en los países con que se interconecta”, reflexiona.
De todas formas, fuentes destacan que, a diferencia del caso chileno, rápidamente España Red Eléctrica estableció públicamente tiempos de recuperación, lo que en el evento local no se realizó, obligando a decretar estado de emergencia.