Goldman Sachs dice que no hay nada de qué arrepentirse
Esta tarde siete directivos de la entidad defendieron su modelo de negocio y sus prácticas, frente a los "ataques" de la Cámara Alta de EE.UU.
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Siete directivos de Goldman Sachs, incluido el presidente,
Lloyd Blankfein, defendieron al banco, a su modelo de negocio y a sus prácticas
de los ataques que sufrió por parte de la Cámara Alta.
El Senado acorraló al banco, delante de un público que
incluyó activistas vestidos con uniformes de cárcel y con pancartas que
afirmaban: "Goldman deja de saquear a América". La sesión se celebró después de
que la SEC, la CNMV de EEUU, haya demandado a la entidad. El organismo le acusa
de ocultar información a los inversores en la venta de emisiones de deuda.
Los directivos de Goldman presentes en el Capitolio fueron
sometidos a un duro interrogatorio, siendo la principal queja de los senadores que
el banco comercializara productos financieros a inversores, a pesar de que
correos electrónicos revelados ayer entre varios empleados del departamento de
ventas calificaban estos derivados como "basura".
El presidente y el director financiero de Goldman Sachs,
David Viniar respondieron a esta crítica en sentido contradictorio. Blankein
aseguró que los inversores “sabían los productos que estaban comprando” y que
los empleados de ventas "tienen que ser honestos" y decir lo que opinan.
Viniar, por el contrario, consideró "desafortunado" que sus empleados
calificaran estos productos como basura.
Para algunos de los directivos presentes en la sala, como
Fabrice Tourre (responsable de la venta de los productos), esta fue su primera
aparición pública desde que se presentó la demanda, el 16 de abril. “Niego
categóricamente las alegaciones de la SEC y me defenderé en los tribunales”,
indicó Tourre.