Novacold rescata enzimas de la Antártica para agroindustria
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Por Daisy Castillo Triviños
Un grupo de amigos, dos ingenieros en biotecnología molecular de la Universidad de Chile, un estudiante de derecho y otro de ingeniería comercial de la Universidad Católica, formaron Novacold, empresa que desarrolla enzimas de interés industrial, eficientes a bajas temperaturas -10 grados Celsius-, que son aisladas desde el territorio antártico y cuya utilización ofrece soluciones a la agroindustria.
Juan Manuel Rozas, director ejecutivo de la firma, asegura que la nueva enzima, en ensayos preliminares, ha demostrado ser, a lo menos, 3 a 4 veces más eficiente que las enzimas comerciales actuales, permitiendo disminuir los tiempos y costos de producción en la industria del vino, la cerveza y el pisco. “Es un nicho económico, tanto en Chile como en el mundo, que no está siendo explotado por las grandes industrias. Es un área fértil para el emprendimiento y contribuye al desarrollo sustentable”, dice el emprendedor.
Novacold trabaja con 200 levaduras de la zona más fría del planeta, que producen la enzima utilizada en los procesos de clarificación -se eliminan sustancias- y mejora el filtrado.
En 2013, la firma obtuvo capital de la Fundación para la Innovación Agraria (FIA) por $ 125.000.000. Con este presupuesto, sumado a otros $ 128.000.000 que aportaron sus socios fundadores, inversionistas y asociados, están financiando un proyecto que busca validar la tecnología aplicada a escala piloto pre-comercial, desarrollar un prototipo y realizar pruebas industriales en una viña y en una cervecera.
En la actualidad, Rodrigo Riquelme y Felipe Duhalde, ambos de la firma de abogados Reymond & Fleischmann, son socios inversionistas de Novacold y sus asociados son la Universidad de Chile, Universidad Adolfo Ibáñez y el Centro de Innovación UC Anacleto Angelini.