Desde Ingevec siguen sin ver el repunte inmobiliario en el corto plazo. En el marco de la junta de accionistas, el presidente de la compañía, Enrique Besa, comentó que el mercado sigue -y seguirá- expuesto a un período complicado, explicado principalmente al importante sobrestock de viviendas, la falta de incentivos para la compra de éstas y “las pocas ganas de crecer” que hay en Chile.
A pesar de este negativo escenario, la compañía tiene ambiciosos proyectos para el 2025, partiendo por un plan de inversión que alcanza los US$ 40 millones. Según explicó Besa, este capital estará orientado principalmente al segmento de viviendas bajo las UF 4 mil.
Además, durante el presente año esperan empezar la construcción de cuatro nuevos proyectos -dos de subsidio y dos para la venta- y lanzar seis nuevas obras. En tanto, buscarán mejorar la ocupación de su negocio hotelero, que hoy en día está en un 65%.
“Dentro de este escenario, como empresa estamos bien preparados. Queremos mantener el volumen y el crecimiento. Queremos seguir tomando medidas para ser más competitivos. Así mismo, el backlog que tenemos nos permite proyectar que este año debiéramos crecer en ventas, al menos en la constructora, entre un 15% y un 20%”, recalcó el gerente general, Rodrigo González.
Impulso a la inversión
A nivel país, la mirada tanto del presidente de Ingevec, como la del gerente general, es un poco más positiva. A pesar de que ambos mencionaron que actualmente Chile no está creciendo, ni tampoco existen políticas para esto; esperan que en el futuro el nuevo gobierno tenga interés para volver a entregar estas herramientas.
Es más, González recalcó que lo peor ya pasó. El gerente general señaló que hoy en día los inversionistas están volviendo a mostrar interés por Chile; sumado a que el nivel de incertidumbre -causado por los procesos constituyentes- se calmó. “Solo falta el empujón. Se necesitan medidas para atraer la inversión, necesitamos una buena acogida. Eso es posible que dé un buen ánimo, que dé una nueva mirada a la gente”, indicó Besa.
Consultados por la guerra comercial, Besa y González explicaron que ésta no afecta directamente al mercado inmobiliario. Incluso, indicaron que este rubro “es un buen refugio en general cuando ocurren estas contingencias internacionales”.
“Sin embargo, es posible que empobrezca a los países y eso siempre es malo para todos. Pero creo que hoy en día hay otros problemas antes de la guerra. Hoy estamos llenos de viviendas que no se venden. Mientras no existan incentivos, seguiremos apretados”, concluyó Besa.