El presidente ejecutivo de Microsoft ha advertido que
"ninguna empresa es inmune" a una crisis financiera global como la
que está azotando a los mercados. En una conferencia en Oslo, Steve Ballmer se
mostró convencido -además de partidario- de una próxima aprobación del
plan anticrisis propuesto por Estados Unidos.
Por si quedaba alguna duda del alcance de la actual crisis
financiera, el presidente de Microsoft se ha encargado de disiparla. Reconoce
que no hay empresa que no se vea afectada.
En el caso del líder mundial de software, este alcance se
traducirá en una menor demanda, tanto por parte de las empresas como por parte
de los consumidores, según ha apuntado el propio Ballmer.
Por esta razón, se ha mostrado claramente partidario de la
aprobación del plan anticrisis propuesto por las autoridades estadounidenses.
En este sentido, ha manifestado que "confío en que antes del final de la
semana tengamos alguna resolución, al menos en el Congreso de Estados Unidos,
que ayude a estabilizar la situación". "Lo necesitamos, y espero que
lo tengamos".
La advertencia lanzada por Ballmer sobre el alcance de la
crisis no ha sorprendido a los inversores. Las acciones de Microsoft cotizan en
la preapertura de Wall Street con un 2,08% de subida, después del varapalo del
8,7% sufrido ayer.
Los analistas prevén un incremento próximo al 8% en los
ingresos del gigante del software durante el trimestre que finaliza hoy, de
forma que su facturación rozaría los US$ 15.000 millones.