El fabricante de equipos de
telecomunicaciones sueco Ericsson redujo su beneficio neto un 54% hasta cerca de US$997,7 millones en los nueve primeros meses del año. Este resultado, sin embargo, fue mejor de lo
esperado por la propia compañía y los analistas.
La ganancia bruta fue de alrededor de US$2.014,2 millones, un 34% menos, según el resultado anunciado hoy en
Estocolmo.
El beneficio neto de explotación (EBIT) fue de 14.700 millones
(menos US$2.014,2 millones), un 36% inferior.
Las ventas llegaron a unos US$ 18.799,5 millones, lo que equivale a una subida del 6%.
En tanto, en el tercer trimestre la ganancia neta en ese período bajó un 28% hasta unos US$374,9 millones, mientras que la bruta creció
un 10% hasta los US$829,9 millones.
El presidente y director ejecutivo de la firma sueca, Carl-Henric
Svanberg, destacó en un comunicado que Ericsson no había notado el
impacto de la crisis en el tercer parcial del año debido a la sólida
posición financiera de sus clientes y el aumento del tráfico de
telecomunicaciones.
"Nuestra posición financiera es fuerte con una caja saneada y
alta disposición para efectuar pagos", destacó.
No obstante Svanberg reconoció que en la situación actual es
"difícil" predecir cómo reaccionarán los operadores y cómo se verá
afectado el consumo de productos de telecomunicaciones.
Las acciones de Ericsson en la bolsa de Estocolmo habían subido
casi un 17% a las 9.30 horas (7.30 GMT).