Economía

Abe se la juega y convoca a elecciones anticipadas para acelerar sus reformas

El primer ministro defendió su política de Abenomics. “Esta es la única forma de terminar con la deflación y revivir a la economía”, enfatizó.

Por: Isabel Ramos Jeldres | Publicado: Miércoles 19 de noviembre de 2014 a las 05:00 hrs.
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El primer ministro japonés, Shinzo Abe, confirmó ayer que convocará a elecciones anticipadas para renovar el apoyo a sus políticas económicas y que postpondrá el segundo aumento del impuesto a las ventas, un día después de que datos oficiales mostraran que el país cayó inesperadamente en recesión.

La tercera economía mundial se contrajo 1,6% entre julio y septiembre, tras caer 7,6% en los tres meses previos, con lo que sumó dos trimestres consecutivos de contracción y cayó en recesión técnica. Con esto, la economía dio señales de que el efecto del alza del tributo de 5% a 8% que se aplicó en abril fue más duradero de lo que se esperaba.

En conferencia de prensa, Abe aseguró que postpondrá por 18 meses el segundo aumento, ahora a 10%, que comenzaría a regir en octubre de 2015. El Parlamento se disolverá el viernes 21 de noviembre y la nueva votación se debe realizar dentro de 40 días. Pese a que no precisó una fecha para las elecciones, probablemente escoja el 14 de diciembre, afirmaron personas con conocimiento de la estrategia del partido gobernante a Bloomberg.

Abe se encuentra en la mitad de su período de cuatro años (el segundo al mando de Japón), y hasta ahora su gobierno se ha caracterizado por la aplicación de una política económica conocida como Abenomics basada en tres flechas: una política monetaria expansiva, estímulo fiscal y reformas estructurales.

"Creo que debemos medir la voluntad de la gente", aseguró Abe. "Si la coalición del LDP-Komeito no mantiene su mayoría, no podemos seguir adelante con las tres flechas y Abenomics. Si no obtenemos una mayoría, será un rechazo a Abenomics, y yo renunciaría", dijo.

Jugada estratégica

El Partido Democrático Liberal del premier posee más de 60% de los escaños en la Cámara de Representantes, la cámara baja del Parlamento y la más poderosa. Abe está apostando a que una oposición dividida le permita al LDP mantener su posición en la legislatura. Eso le permitiría quedarse en el poder hasta 2018 y acelerar su programa económico para terminar con dos décadas de deflación e impulsar el crecimiento. Sin embargo, si pierde muchos asientos, podría ser desafiado por otro miembro de su partido en la elección que definirá a los líderes de la colectividad en septiembre.

"La oposición tendrá el potencial de una campaña negativa, ayudada significativamente por la recesión", dijo a Bloomberg Jun Okumura, profesor del Meiji Institute for Global Affairs en Tokio. Sin embargo, "la falta de una sensación de que la oposición tiene un mensaje positivo, junto con lo que probablemente sea una baja participación" garantizan que la coalición LDP-Komeito no pierda muchos asientos, explicó.

Una encuesta de la estación NTV realizada entre el 14 y 16 de noviembre mostró que un 39% de quienes respondieron apoyaba al LDP, en comparación con 9,7% para la segunda opción más popular, el Partido Democrático de Japón.

Éxito de Abenomics

Abe aprovechó la conferencia de prensa para defender su política económica y desafió a la oposición a proponer una alternativa. "Estoy consciente de que los críticos dicen que Abenomics es un fracaso y no está funcionando, pero no he escuchado ninguna idea concreta de qué hacer en su lugar", encaró. "Esta es la única forma de terminar con la deflación y revivir a la economía", defendió.

Asimismo, comprometió nuevas medidas de estímulo, enfocadas en las pequeñas empresas y regiones. Según medios japoneses, el paquete llegaría a 2-3 billones (millones de millones) de yenes (US$ 17 mil millones a US$ 26 mil millones).

El objetivo del alza del impuesto es "impulsar el panorama para el crecimiento y también para la inflación subyacente", aseguró el economista jefe para Asia de Capital Economics, Mark Williams, en una nota a clientes.

"Aún esperamos que la inflación no llegue a la meta de 2% por los próximos dos años, así es que es probable que se requiera más estímulo monetario. Pero el retraso del alza de impuestos podría fortalecer la oposición a una flexibilización más audaz del Banco de Japón", agregó.

Capital Economics bajó su estimación de crecimiento para 2015 a 0,1%, desde 0,5%, debido a la debilitad del tercer trimestre. En 2016, sí se verá el impacto del retraso del alza de impuesto. Ese año el país crecería 1,3%, en lugar de 0,8%.

Las políticas de Abe provocaron una caída en el yen que impulsó las exportaciones y generó un alza en las ganancias corporativas, además de un avance de 93% en el índice bursátil Topix desde mediados de noviembre de 2012.

Sin embargo, esas ganancias no se han traspasado a los votantes, que han sido golpeados un incremento de los sueldos reales por debajo de la inflación.

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