BCE ve “evidencias claras” de la efectividad del estímulo y promete completar el programa
Expertos subrayan que el central podría mantener el nivel de los tipos durante años. La divergencia con los tipos de la Fed indica que el euro podría caer hasta paridad con dólar.
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El presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, quiso dar ayer un mensaje de optimismo para la economía de la región: hay "evidencias claras" de que el programa de alivio cuantitativo (QE, su sigla en inglés) está funcionando y que se espera aplicar de forma completa, hasta septiembre de 2016.
Durante la rueda de prensa tras la reunión de política monetaria, que se habría desarrollado sin mayor sorpresa de no ser por el ataque de una activista contra Draghi, la autoridad descartó así los rumores de que los recientes signos de recuperación de la zona euro podrían reducir el programa en algún momento y aseguró que la economía ha cobrado fuerza desde fines de 2014 y que la recuperación se fortalecería y ampliaría gradualmente.
En línea con lo esperado, el BCE decidió mantener sin cambios el tipo de interés referencial, que se sitúa en un mínimo histórico de 0,05% desde septiembre de 2014, con el objetivo de impulsar el crecimiento y avivar la inflación. El organismo mantuvo también la tasa de facilidad de depósito y el interés de la facilidad marginal de crédito, en -0,2% y 0,3% respectivamente.
Los expertos subrayan ya que el emisor podría mantener este nivel en los tipos durante años. Quizá hasta que el propio Draghi cumpla su mandato, en 2019.
Primeros frutos
A seis semanas de que se iniciara programa de compra de activos por más de un billón (millón de millones) de euros, Draghi aseguró que los datos de actividad y confianza del último mes muestran que la economía europea está respondiendo a los estímulos a medida que el crédito se recupera.
Para Draghi, el QE no será víctima de su propia efectividad y no se finalizará aunque la inflación vuelva a situarse cerca del objetivo anual antes de lo esperado. El banquero mostró su sorpresa por la atención que el asunto está despertando a sólo un mes del inicio del programa y aseguró que las preocupaciones sobre que el emisor tendrá complicaciones para encontrar suficiente deuda elegible para completar el programa son "exageradas". El programa se implementará hasta septiembre de 2016 o hasta que se observe un "ajuste sustentable" de la inflación, reiteró.
La caída de 0,1% anual de los precios al consumidor en marzo supone una mejora frente al dato de febrero, -0,3%, y aunque sigue siendo la cuarta lectura consecutiva por debajo de cero muestra que la presión deflacionaria se está suavizando.
El programa de estímulo ha llevado el rendimiento de los bonos a mínimos récord y hasta por debajo de cero en algunos países. El rendimiento de las obligaciones alemanas a diez años bajó ayer a un histórico 0,105%.
Esto en combinación con la regla del BCE de que sólo los bonos con un rendimiento superior a su propia tasa de depósito (-0,2%) son elegibles para el QE, está hundiendo el universo de deuda que puede comprar. Según Draghi, "el programa es lo suficientemente flexible para ser ajustado si las circunstancias cambian", y descartó rebajar más la tasa de depósito, un paso que ampliaría el rango de deuda elegible.
Impacto sobre el euro
Los inversionistas apuestan ya a que Draghi completará su mandato de ocho años sin elevar las tasas de interés. Los derivados del mercado monetario indican que se aplicaría un alza hasta diciembre de 2019, dos meses después de que concluya su término, indicó el economista de Deutsche Bank, Torsten Slok, en una nota la semana pasada. Su predecesor en el cargo, Jean-Claude Trichet, elevó las tasas once veces. Las permutas financieras, en tanto, sugieren que la Reserva Federal elevaría su tasa referencial el próximo marzo, según la nota de Deutsche Bank. Hace un año, el mercado esperaba que la Fed y el BCE actuaran al unísono para noviembre de 2016.
Para Slok, la divergencia sin precedentes entre los dos mayores bancos centrales a nivel mundial significa que el euro caerá hasta alcanzar la paridad con el dólar y las acciones europeas continuarán atrayendo demanda. Este resultado podría ser atractivo para Draghi en la medida que espera que un euro más barato y unos activos financieros fuertes revivan la economía de la región. El euro volvió a caer ante el dólar mientras Draghi ratificaba su programa de estímulo aunque luego se revirtió. De todos modos, la divisa ha perdido más de 2% frente al dólar desde que el emisor inició la compra de deuda soberana el 9 de marzo.
La sombra de Grecia en la recuperación de la zona euro
En línea con la posición que el BCE tiene definida respecto a Grecia, Draghi aseguró ayer que seguirá dando apoyo al sistema bancario a través de las operaciones de refinanciación y el mecanismo de asistencia de liquidez de emergencia (ELA, su sigla en inglés), indicando que no hay una fecha para el fin de la ayuda. "Ampliaremos la liquidez cuando sean solventes. Hasta el momento la liquidez que hemos inyectado corresponde al 124% del PIB griego", dijo.
Draghi dijo que no se está considerando que Grecia entre en suspensión de pagos.
La falta de liquidez de Grecia alimenta el temor de que no pueda cumplir sus obligaciones y acabe abandonando la moneda única.
En este escenario, la agencia Standard & Poor's bajó ayer las calificaciones de la deuda soberana de largo y corto plazo a "CCC+/C" desde "B-/B", ante un deterioro de las condiciones económicas y las prolongadas negociaciones entre el Gobierno y sus acreedores.
Según la agencia, "sin reformas económicas profundas o próximos alivios, esperamos que la deuda de Grecia y otros compromisos financieros sean insostenibles".