EEUU impone aranceles y da pie a una guerra comercial con la UE, México y Canadá
Los afectados ya anunciaron represalias, en un proceso que amenaza con frenar la recuperación de la economía global.
- T+
- T-
Se acabó la paciencia. El gobierno de Donald Trump en Estados Unidos anunció ayer que no esperará a que se negocien nuevas condiciones de comercio con la Unión Europea, México y Canadá; en cambio, comenzará a gravar los envíos de aluminio y acero a partir de hoy.
El secretario del Comercio, Wilbur Ross, anunció ayer la decisión que, dice, busca resguardar la seguridad de su país. “Sin una economía fuerte, no puede haber seguridad nacional”, manifestó desde París, donde participó en una cumbre de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) y se reunió con autoridades europeas.
Los cobros se habían anunciado hace meses, con exenciones para la UE, Canadá y México –que el año pasado tuvieron un intercambio de más de US$ 1,8 billón (millón de millones) con la primera economía mundial– mientras negociaban. Esa exención expiró a la medianoche.
Según Ross, los diálogos con sus vecinos para una nueva versión del Acuerdo de Libre Comercio de América del Norte (Nafta, su sigla en inglés) “están tardando más de lo que esperábamos. Ya no hay una fecha precisa de cuándo concluirán”. En el caso de la UE, agregó, las conversaciones también fueron infructuosas.
El anuncio de los aranceles –de 25% al acero y 10% al aluminio– impactó ayer al peso mexicano, que llegó a perder 1,6% frente al dólar.
Los que sí quedaron exentos de los gravámenes son Argentina, Brasil y Australia, de acuerdo a lo especificado por Ross.
Vienen represalias
La retórica de la Casa Blanca ya había llevado a la UE a diseñar un contraataque frente a posibles aranceles, que incluiría gravámenes sobre 350 productos (entre ellos el whisky, calzado o motocicletas) por un monto similar a sus envíos anuales de acero y aluminio a EEUU.
Esas amenazas podrían cumplirse. En un comunicado, el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, sostuvo ayer que “EEUU nos deja ahora sin otra opción que proceder con un caso ante la Organización Mundial del Comercio y aranceles adicionales a importaciones desde EEUU (...) Este es un mal día para el comercio global”.
Los vecinos norteamericanos también anunciaron contraataques. En México, el Ministerio de Economía anunció gravámenes al acero, lámparas, carne de cerdo, manzanas y otros productos agrícolas estadounidenses, mientras el gobierno reiteró su rechazo a las “medidas proteccionistas”, que “perjudican el comercio global”.
Por su parte, el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, dijo desde Ottawa que “estas medidas punitivas son totalmente inaceptables. Dañarán a industrias y trabajadores en ambos lados de la frontera”. A partir de julio, su administración gravará el ingreso de productos estadounidenses incluyendo al acero y el aluminio, pero también a los barriles de cerveza, la miel de maple y otros, por un total de US$ 12.800 millones.
Riesgos globales
El director gerente de la calificadora Moody’s, Atsi Sheth, alertó sobre las consecuencias que el conflicto tendrá para EEUU, señalando que los aranceles “aumentarían los costos de entrada para un rango de fabricantes y podrían provocar represalias dañinas para exportadores estadounidenses”.
Pero una guerra comercial entre las grandes potencias del mundo también amenaza a la recuperación global, en momentos en que el Fondo Monetario Internacional prevé que la economía del planeta vivirá su mejor año desde 2011.
Un análisis de Oxford Economics apuntó que la escalada de restricciones comerciales “probablemente golpeará la confianza empresarial y podría descarrilar la recuperación (...) El nivel de incertidumbre podría ser un obstáculo para la inversión”.
Por su parte, el miembro senior del think tank Consejo de Relaciones Exteriores, Edward Alen, manifestó que “esta es una gran escalada. Las repercusiones serán severas”.
EEUU también estudia aranceles al sector automotor, que podrían golpear a Japón, Alemania y Francia. Al mismo tiempo, amenaza a China con gravámenes por US$ 50 mil millones en productos, mientras negocia una nueva relación comercial con la segunda mayor economía mundial.