Las compras de los consumidores se moderaron el mes pasado en Estados Unidos, luego de su mayor avance desde agosto de 2009, a medida que los hogares realinearon su gasto con un menor crecimiento de los ingresos.
El gasto personal subió 0,4% en mayo, tras un salto de 1,1% el mes anterior, que fue superior a lo estimado previamente, informó ayer el Departamento de Comercio. El gasto fue impulsado por una mayor demanda por automóviles y otros bienes.
Los ingresos, en tanto, aumentaron 0,2%, menos de lo esperado por los economistas encuestados por Bloomberg. En abril, habían subido 0,5%.
Pese al menor avance en el gasto, es probable que el firme crecimiento del empleo y un repunte naciente en los sueldos impulsen las compras de los hogares tras una desaceleración en el primer trimestre. Ya que se espera que la creciente incertidumbre global sea un obstáculo para la inversión empresarial, un consumidor resiliente necesitará mantener intactas las perspectivas de crecimiento de EEUU.
El informe muestra “una economía donde el consumidor está relativamente bien”, aseguró Joseph LaVorgna, economista jefe para EEUU de Deutsche Bank, a Bloomberg. “El consumidor estará bien porque el sector de los hogares tiene sus fundamentos en muy buena forma”.
Tras ser ajustadas por inflación, lo que genera las cifras usadas para calcular el Producto Interno Bruto, las compras subieron 0,3% en mayo, tras un alza de 0,8% en abril, que fue la mayor desde agosto de 2009.
Promesas de compra
Un informe separado de la Asociación Nacional de Agentes Inmobiliarios mostró que las promesas de compraventa de viviendas usadas bajaron más de lo esperado en mayo, en una señal de que la demanda se enfrió después de un robusto inicio de la temporada más activa del año.
El índice de ventas pendientes bajó 3,7%, su mayor caída en seis años, tras un aumento revisado de 3,9% en abril. Eso se compara con la estimación de una caída de 1,1% de los analistas consultados por Bloomberg.
