Por Enoch Yiu
El doble rol de Hong Kong Exchange and Clearing (HKEx) como una compañía que busca maximizar sus ganancias al igual que como regulador responsable de evaluar las ofertas públicas está de vuelta en el centro de atención a raíz del episodio de Alibaba.
Hong Kong es uno de los pocos mercados en todo el mundo que todavía permite que la bolsa de valores cobre a las empresas por listarse y al mismo tiempo está involucrado en el proceso de aprobación de la apertura. Desde hace mucho tiempo que Londres y Singapur trajeron reguladores independientes para hacerse cargo de lo segundo.
El sistema dual ha atraído muchas críticas desde que HKEx se convirtió en una sociedad que cotiza, en 2000. Como una empresa abierta a bolsa, recibe pagos y mientras mayor es el tamaño de la oferta, más cobra. Naturalmente, esto plantea la cuestión de conflicto de interés para la bolsa. HKEx argumenta que no es el único implicado en el proceso de apertura. Después de que los ejecutivos de la división de salida a bolsa de HKEx aprueban una oferta pública inicial, un comité de apertura independiente conformado por abogados, contadores y representantes de compañías cotizadas debe ratificar la operación. El comité de cotización, sin embargo, sigue siendo parte del marco de la bolsa de valores del cual el director ejecutivo HKEx es miembro. HKEx -encabezado por Charles Li Xiaojia- también tiene que compartir la autoridad reguladora con la Securities and Futures Commission (SFC), que tiene la última palabra sobre las IPO.
Doble cargo de la bolsa
Hay una evidente duplicación entre el SFC y HKEx. ¿Por qué los dos están contratando dos grupos de personas que hacen básicamente el mismo trabajo? HKEx podría en efecto ahorrarse una gran parte de su plantilla y entregar mejores resultados para los accionistas si renuncia a su función reguladora y le entrega la responsabilidad a la SFC.
Otra pregunta importante es, ¿hasta dónde llega la influencia de HKEx? La bolsa puede actuar como un regulador de primera línea y es el que propone ideas para cualquier cambio a las reglas de apertura a bolsa. Pero, nuevamente, es la SFC la que tiene la última palabra.
En la última polémica sobre el grupo Alibaba, que quería mantener una estructura de sociedad que le permitiera a la administración conservar el control de la compañía después de su apertura en Hong Kong, tanto HKEx y SFC rechazaron su solicitud de una estructura que daría a un grupo de los accionistas más derechos que otro.
Si HKEx no tuviera un rolregulatorio, podría haber arrojado libremente todo su peso detrás del gigante del e-commerce. También podría haber planteado ideas innovadoras para atraer empresas tecnológicas para cotizar. Pero debido a su papel regulador, no puede articular libremente su posición. Es la hora de que la bolsa y el gobierno le replanteen la estructura actual. ¿Por qué HKEx no se concentra en ganar dinero y le deja toda la responsabilidad reguladora a la SFC?