El presidente de la Reserva Federal de
Estados Unidos, Ben Bernanke, pronosticó hoy que la inflación se
moderará en la primera economía del mundo, pero prometió estar listo
para actuar si las alzas de precios se desbocan.
Aunque reconoció que su país se enfrenta a una de las coyunturas
económicas más complicadas "de las que se tienen memoria", Bernanke
ofreció un rayo de luz en un discurso en una conferencia en Wyoming.
El presidente del banco central estadounidense calificó de
"alentadora" la caída de los precios de las materias primas y el
fortalecimiento del dólar.
Junto con un ritmo de crecimiento económico más lento en Estados
Unidos, esos factores, si se mantienen, moderarán la inflación este
año y el siguiente, explicó.
No obstante, Bernanke enfatizó que las perspectivas
inflacionarias siguen siendo "altamente inciertas", en gran medida
por la dificultad al predecir el comportamiento de los precios de
las materias primas.
Por ello, insistió en que el banco central vigilará
"estrechamente" las señales de inflación y que "actuará como sea
necesario" para mantener la estabilidad de precios.
El Comité del Mercado Abierto de la Reserva Federal ha mantenido
las tasas de interés inalteradas en sus últimas reuniones, pese a la
debilidad económica y los problemas en los mercados financieros por
el miedo a que una bajada del valor del dinero rebentara los goznes
de la inflación.
Bernanke dijo que la "tormenta financiera que alcanzó fuerza de
temporal" hace un año "todavía no se ha calmado" y ha ocasionado la
desaceleración de la actividad económica y un aumento del desempleo.
En su discurso, el jefe de la Fed también defendió la
intervención pública para evitar la quiebra del banco de inversión
Bear Stearns en marzo, la cual habría resquebrajado "seriamente" la
confianza de los mercados en un momento de "fragilidad" financiera,
en su opinión.