BM cree que efectos de crisis se sentirán más en Centroamérica y Caribe
La vicepresidenta del Banco Mundial, Pamela Cox advirtió que los países que son importadores de materias primas "van a ser golpeados por la situación del mundo".
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La
vicepresidenta del Banco Mundial (BM), Pamela Cox, aseguró que aunque la
economía latinoamericana no es "inmune" a la crisis en EE.UU., sí
está en una mejor posición que hace diez años y los efectos se sentirán más en
Centroamérica y el Caribe que en los países suramericanos.
En entrevista que publica hoy el diario económico Portafolio, de Bogotá, la
funcionaria señaló que la región continuó con su buen desempeño en los últimos
cinco años y que para 2008 se espera un crecimiento promedio del 4,5 por ciento.
"Vemos que la región no es completamente inmune frente a la crisis, pero
sí está en una mejor posición que hace 10 años en términos de cuenta corriente,
en el manejo de temas fiscales y en el monitoreo de su sector financiero. Los
tiempos son buenos", dijo Cox.
Sin embargo, cree que los países que son importadores de materias primas,
especialmente Centroamérica y el Caribe, "que compran parte de su comida y
combustibles afuera, van a ser golpeados por la situación del mundo".
"Esos países, al igual que México, han tenido tradicionalmente lazos
fuertes con Estados Unidos en términos de mercados, turismo y remesas.
Suramérica, en cambio, se ve en una posición más sólida, pues su dependencia es
menor", argumentó.
Cox indicó que es "deprimente" ver cómo en los últimos 100 años la
participación de la región en la economía global ha caído frente al sudeste
asiático y a Europa Oriental, y de ahí que sea necesario aumentar el
crecimiento por encima del 4,5 y 5 por ciento anual.
"Veo tres grandes desafíos para Latinoamérica de aquí en adelante: uno, la
inversión en educación (...). El segundo es la infraestructura, pues la región
está rezagada en este campo y eso afecta su competitividad. Y la tercera gran
área es la innovación y desarrollo", afirmó la vicepresidenta del BM.
Asimismo, destacó la reducción que Brasil y Argentina han hecho en materia de
pobreza y, en especial, en la inequidad.