El Gobierno de Evo Morales protestó hoy porque Chile entregó la administración del ferrocarril que va de la ciudad de Arica a La Paz a la misma empresa privada que gestiona ese puerto, a la que acusa de entorpecer el tráfico de mercadería boliviana y de subir tarifas "arbitrariamente".
El vicecanciller boliviano, Juan Carlos Alurralde, lamentó en rueda de prensa que la Empresa de Ferrocarriles del Estado de Chile haya entregado la administración y manutención del ferrocarril en el tramo chileno a la Empresa Portuaria Arica (EPA).
Esa empresa es administrada por el consorcio Terminal Puerto Arica, gestionado por capitales privados chilenos y peruanos.
Según Alurralde, Bolivia manifestó a Chile "el interés y la necesidad de que ese ferrocarril se transfiera a la administración del Estado boliviano", durante una reunión bilateral sobre libre tránsito celebrada en La Paz en septiembre.
"En ese momento, la delegación chilena expresó que Chile veía con buenos ojos la posibilidad de que Bolivia administre el ferrocarril en ambos tramos (...) Y, sin embargo, es justamente a esta empresa a la que se le entrega el ferrocarril", señaló.
El viceministro expresó preocupación porque su país tiene "problemas" por "subidas arbitrarias de tarifas" por el uso del puerto y otras "medidas arbitrarias que están impidiendo el libre tránsito en franca violación al tratado de 1904".
El citado acuerdo estableció los límites entre ambos países tras una guerra librada a fines del siglo XIX y por la que Bolivia perdió su acceso al Pacífico.