El gobierno brasileño defendió ayer la “solidez” de su economía después de que la agencia de calificación de riesgo S&P rebajara la nota soberana de crédito del país desde “BBB” hasta “BBB-”.
En su decisión, S&P se apoyó en el “deterioro fiscal”, la posibilidad de que la política fiscal se mantenga “débil”, la “capacidad limitada” del gobierno para tomar medidas impopulares en un año electoral y el “debilitamiento” de las cuentas externas.
Pero el Ministerio de Hacienda se defendió a través de un comunicado señalando que el recorte de la nota es “inconsistente con las condiciones de la economía brasileña” y “contradictoria con la solidez de los fundamentos” del país. También dijo que era “equivocada” la evaluación de la agencia sobre las cuentas externas, destacando que el país está entre los cinco mayores receptores globales de inversión extranjera directa (IED).
Sin embargo, las evidencias parecen estar en contra de Brasil. El país no cumplió con su meta fiscal en 2013 ya que el gasto gubernamental superó los ingresos por el monto más amplio registrado hasta ahora. La brecha presupuestaria alcanzó 157.600 millones de reales (US$ 64.900 millones).
“No subestimamos el impacto que esta movida (la de S&P) tendrá en el gobierno y la presión que creará para los cambios concretos y materia para la política fiscal después de la elección de octubre”, comentó Tony Volpon, titular de investigación para América en Nomura Holdings.
Además, el alza de precios no ha podido ser controlada por el gobierno de la presidenta Dilma Rousseff, lo que ha provocado una subida en las tasas de interés de 3,5 puntos porcentuales desde abril.
Sin embargo, el banco central dijo que no hará cambios importantes en su política macroeconómica tras la decisión de S&P y que seguirá respondiendo a los desafíos “de una manera tradicional”.
Por otro lado, la agencia Moody’s dijo que Brasil tiene una “exposición relativamente limitada a choques externos” y destacó que los colchones de reserva del país están entre los más fuertes de la región y que la mayor parte del déficit sigue siendo financiado por la IED.
Percepción en acciones
En tanto, analistas de JPMorgan Securities creen que la rebaja de calificación podría reforzar una percepción negativa de las acciones del país. La decisión de S&P, “no ayuda a la valoración de Brasil dentro de los mercados emergentes” porque aumenta los riesgos de que las ganancias decepcionen, acotó una nota a clientes. Además, HSBC Securities advirtió que esto va a afectar a la estatal Petrobras, ya que probablemente reduzca el acceso a nuevas emisiones de deuda y refleje un panorama más negativo para la empresa.
Fitch rebaja a 'B' calificación de Venezuela
La agencia calificadora Fitch rebajó la nota soberana de Venezuela a "B" desde "B+", con panorama negativo.
Los motivos para esta decisión se basan en su mayor inestabilidad macroeconómica y los retrasos en la implementación de políticas para abordar la alta inflación y la distorsión en el mercado cambiario.
"Las divisiones en el gobierno de Nicolás Maduro y el débil capital político han retrasado las necesarias medidas de ajuste para afrontar los crecientes desequilibrios macroeconómicos", explicó Fitch en un comunicado.
La perspectiva negativa incorpora la posibilidad de bajar un escalón más la nota en caso de un mayor deterioro de la posición externa y las reservas del país o un agravamiento de la inestabilidad política que comprometiera los ingresos en divisas.