Por Macarena Delpino
Las exportaciones y las importaciones chinas inesperadamente cayeron en marzo, intensificando las preocupaciones sobre una debilitada industria manufacturera y la desaceleración del crecimiento en la segunda mayor economía del mundo.
Los envíos al extranjero cayeron 6,6% comparado con el mismo mes de un año atrás, según comunicó la administración aduanera ayer desde Beijing, atribuyéndolo a las distorsiones derivadas de los datos inflados de 2013. Esta caída en los envíos es la segunda consecutiva en una base mensual.
En tanto, las importaciones también cayeron, anotando una baja de 11,3% en parte debido a la caída de los precios de las materias primas, dejando un superávit comercial de US$ 7.710 millones.
Esto se compara con la estimación de analistas que proyectaban un incremento de 4,8% en las exportaciones, de 3,9% en las importaciones y un superávit comercial de
US$ 1.800 millones.
Los datos de marzo revelados ayer muestran la “tibia” industria manufacturera del país, según dijo Australia & New Zealand Banking Group.
Liu Xuezhi, economista del Banco de Comunicaciones chino, sostuvo que las cifras también reflejan el estado de la demanda interna, así como una desaceleración luego de que las compañías aumentaran las existencias de materiales importados en los dos meses previos.
El gobierno está gastando en líneas ferroviarias y en alivio fiscal para apoyar el crecimiento mientras evita la aplicación de medidas monetarias tales como recortar los requerimientos de reservas de los bancos o el estímulo utilizado para contrarrestar la crisis financiera en 2008.
No habrá estímulo
El primer ministro chino Li Keqiang precisó que China “no adoptará medidas a corto plazo y fuertes políticas de estímulo como respuesta ante fluctuaciones temporales de la economía”, y comentó que “en vez de eso, nos enfocaremos más en el crecimiento saludable en el mediano y largo plazo y haremos esfuerzos para alcanzar un desarrollo saludable y sostenible”.
“El impulso económico se ha estancado temporalmente en marzo”, dijo a Bloomberg, Zhang Zhiwei, economista jefe para China de Nomura, y aseguró también que el gobierno esperará ver cómo reacciona la economía ante las últimas medidas fiscales previo a tomar medidas adicionales para potenciar la expansión.
Asimismo, Zhang señaló que tomando en consideración las distorsiones derivadas de cifras infladas en 2013, las exportaciones pueden haber aumentado entre 5% y 8% en el tercer mes del año comparado con marzo del año anterior, lo que representa una mejoría comparado con el ritmo de 3% en los primeros dos meses de 2014.
“Creemos que el crecimiento del comercio en China en la primera mitad (del año) estará distorsionado ya que la sobrefacturación de las exportaciones el año pasado inflaron la base de comparación”, acotó Zhou Hay, economista para China de ANZ. “Nuestros estudios también muestran que las exportaciones son más resistentes de lo que los datos totales sugieren”.
Las exportaciones cayeron 18,1% en febrero comparado con un año atrás, la mayor caída desde que comenzó la crisis financiera global.
Fusión de bolsas
China planea interconectar las bolsas de Hong Kong y de Shangai, permitiendo un flujo de transacciones conjuntas de 23.500 millones de yuanes (US$ 3.800 millones) diarios.
Los inversionistas podrán comercializar 10.500 millones de yuanes de acciones enlistadas en Hong Kong en la bolsa de Shangai, y 13.000 millones de yuanes de acciones chinas a través de Hong Kong, lo que equivale al 21% de las acciones compradas y vendidas diariamente en Hong Kong durante el pasado año.
Importadores de soya chinos caen en default
Importadores chinos han caído en default por al menos 500.000 toneladas de soya desde EEUU y Brasil valoradas en alrededor de US$ 300 millones, el mayor en una década, en la medida que los compradores luchan por obtener crédito.
Tres compañías de la provincia de Shandong no pudieron pagar sus importaciones debido a que no lograron abrir letras de crédito (LC) con bancos para costear estas inversiones, declararon fuentes.
Una oleada de defaults de préstamos, bonos y productos de la banca en la sombra en las recientes semanas han subrayado el creciente riesgo del crédito en China, impulsado por las señales que apuntan a una desaceleración de la economía, según comunicó la agencia de noticias Reuters.
Frente a este escenario, sumado a que las autoridades del país anunciaron que no saldrán al rescate cada vez que una compañía no pueda pagar un préstamo, los bancos chinos son cada vez más estrictos al prestar dinero.
"Hay cinco o seis embarques que no pueden ser descargados de los puertos porque los compradores no pueden abrir LC", aseguró una fuente.
Los impagos de los compradores chinos -que importan el 60% de la soya comercializada en el mundo- afectarán los precios mundiales ya que coincide con un mermado suministro provisto desde Brasil y Argentina.
"La realidad es que el mundo está confiando en las importaciones chinas de soya para mantener la fortaleza del precio", precisó Luke Mathews, estratega de materias primas de Commonwealth Bank of Australia, y advirtió que "está poniendo un signo de interrogación sobre la sostenibilidad de esos precios".
El default de las 500.000 toneladas de soya es el mayor desde 2004.

