La compra de autos nuevos se situará este año en Alemania el nivel más bajo desde la
reunificación del país, en 1990, según el presidente de la
asociación germana de concesionarios (VDIK), Volker Lange.
Lange adelantó hoy que el año concluirá con la venta de 3,09
millones de vehículos nuevos, un 1,8% menos que en 2007 y
en consecuencia "el nivel más bajo desde la reunificación de las dos
Alemanias".
Explicó que el retroceso de las compras se debe a numerosos
factores, entre ellos la pérdida de poder adquisitivo del ciudadano
medio, la inflación, el aumento de los costos de movilidad y el
encarecimiento de la gasolina y el diésel.
"La crisis financiera actual ha creado inseguridad en los
consumidores y hecho aumentar el miedo a perder el puesto de
trabajo", sostuvo Lange, quien pese a esas circunstancias hostiles
destacó los esfuerzos que se están haciendo en el sector para
estabilizar el mercado.
Lange llamó a los gobiernos a apoyar esos esfuerzos con la
adopción de medidas claras que den seguridad a los consumidores y,
en el caso de Alemania, a la introducción de un impuesto por
emisiones de dióxido de carbono (C02).
Además de proteger el medioambiente, esa medida impulsaría las
ventas de automóviles con menos emisiones.
"Si las autoridades no reaccionan con rapidez y determinación la
crisis del automóvil se profundizará y en 2009 no se venderán más de
2,9 millones de autos", advirtió el presidente de VDIK.