El indicador de confianza que mide la Universidad de Michigan ha vuelto a
dar un traspié en la lectura definitiva de octubre, en otra señal de
que los consumidores estadounidenses siguen siendo cautelosos respecto a
la situación económica de su país. El índice descendió hasta los 67,7
puntos, su peor nivel desde noviembre de 2009.
La lenta recuperación económica y el alto nivel de desempleo siguen
motivando a los consumidores a reducir al mínimo sus gastos, lo que ha
dejado al indicador en los 67,7 puntos, desde los 68,2 puntos marcados
en septiembre. El dato ha quedado por debajo de las expectativas de los
analistas, que esperaban un ligero descenso hasta los 68,0 puntos.
La incertidumbre en el mercado laboral persiste entre los
estadounidenses con lo que el barómetro dedicado a la visión de las
condiciones económicas que tienen los consumidores del país americano
cayó hasta los 76,6 puntos, desde los 79,6 de septiembre. No obstante,
el subíndice de expectativas marcó una ligera subida en octubre hasta
los 61,9 puntos, desde los 60,9 puntos del mes pasado.
El economista de Credit Suisse, Jonathan Basile, considera que "la
mayoría de los estadounidenses todavía no cree realmente que la economía
haya salido de la recesión". El analista señala en un informe que esto
no ocurrirá hasta que "la tasa de desempleo comience a bajar, por lo que
es difícil ver cualquier tipo de fuerte movimiento en la confianza de
los consumidores".
La recaída se produce en la antesala de las elecciones legislativas
del próximo martes en Estados Unidos, en la que los estadounidenses
renovarán por completo el Congreso y un tercio del Senado, en las que el
presidente estadounidense, el demócrata Barack Obama, pasará su primera
reválida tras dos años en la Casa Blanca.