a inflación subyacente de Estados Unidos, que excluye los precios más volátiles de la alimentación y la energía, aumentó en enero un 0,2%, el registro más alto desde octubre del 2009, pero aun así una cifra modesta.
En su conjunto, el índice de precios al consumo (IPC) repuntó un 0,4% en enero, el mismo incremento que el registrado en diciembre, según el Departamento de Trabajo.
El consenso de analistas había pronosticado que la inflación subyacente sería del 0,1% en enero, igual que en diciembre.
El repunte de enero obedeció sobre todo a incrementos en el precio de artículos como la ropa y las tarifas de avión.
Pese al ligero incremento, el panorama inflacionario es todavía benigno y las últimas cifras de peticiones semanales de subsidio por desempleo publicadas hoy sugieren que la recuperación laboral será gradual, lo que restringirá la presión al alza sobre los salarios.
La inflación subyacente interanual fue del uno por ciento, tras aumentar un 0,8% en diciembre.
El presidente de la Reserva Federal, Ben Bernanke, insistió durante una rueda de prensa reciente en el Club Nacional de Prensa de Washington que la inflación del país sigue siendo baja lo que garantizará que los niveles extraordinariamente bajos de los tipos de interés se prolonguen durante un buen tiempo.
La Fed de Filadlefia, en niveles de enero de 2004
Mucho mejor ha sido el índice de la Fed de Filadelfia, que en el mes de febrero repuntó a su nivel más alto desde enero de 2004.
La actividad manufacturera de la región escaló hasta una lectura de 35,9, desde el dato de 19,3 del mes pasado. Estas cifras mejora notablemente las previsiones de los analistas, que esperaban un repunte hasta 20,8.