Internacional
“Éste será el siglo de los países emergentes: serán ellos los que sacarán al mundo adelante”
Pese a su natural optimismo, el ejecutivo está preocupado de que la crisis en Grecia contagie a España. Eso podría “complicar las cosas”, dice.
Por: | Publicado: Miércoles 22 de junio de 2011 a las 05:00 hrs.
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Por Renato García Jiménez
La brasileña Marcopolo es una de las 100 empresas de países emergentes que se está expandiendo más rápido en los mercados internacionales. El mayor productor de carrocerías de Sudamérica, tiene fábricas en China, Sudáfrica y Egipto, además de sus instalaciones en Latinoamérica. En 2006 firmó una alianza con Tata, el mayor fabricante de buses y camiones de India, y dos años después cerró un acuerdo similar con Ghabbour, el principal operador independiente de Medio Oriente.
Por estas razones, su director ejecutivo, José Rubens de la Rosa, es uno de los invitados al Foro Multilatinas que reunirá mañana en Santiago a las compañías regionales con mayor peso global.
En medio de la volatilidad de las materias primas y el tipo de cambio, el ejecutivo está preocupado por el panorama económico mundial, con el riesgo de una nueva crisis en Europa. Sin embargo, confía en que la misma fuerza que está impulsando la transformación de su compañía, va a consolidar la recuperación. ¿A qué fuerza se refiere el ejecutivo brasileño? Al deseo de millones de personas en el mundo emergente de alcanzar el nivel de vida que hoy disfrutan los países industrializados. “Este será el siglo de los emergentes que quieren tener un espacio en el mundo y las demandas de millones de personas por mejorar su calidad de vida impulsará al mundo”, aseguró.
- ¿Cómo afecta la volatilidad de las materias primas su operación? - Lo primero que tenemos presente es que quien finalmente nos paga son los pasajeros porque la tarifa marca el límite de lo que pueden recaudar los transportistas. Dentro de este marco el bus debe ser lo más económico posible. Por económico no se considera sólo el costo del bus, sino también el costo de operación, y la duración del bus. Si los materiales son mejores, aunque sean más caros, pueden extender la vida útil, y el costo de depreciación será menor. Considerando estos factores, Marcopolo mantiene el costo total del bus bien controlado.
- ¿Pero cómo afrontan ustedes específicamente esa volatilidad? - Nuestra empresa tiene algunas ventajas. Gracias a sus dimensiones podemos hacer compras por volúmenes muy grandes y tenemos relaciones de largo plazo con los proveedores que nos asegura una menor volatilidad. En cualquier caso, nuestros productos son hechos por encargo. No mantenemos existencias. Cuando llega un cliente hacemos la cotización, consideramos los costos de los materiales al momento de la entrega y se negocia un precio.
- ¿Y cómo los ha afectado la apreciación del real? - Es complicado porque eleva los costos en dólares. Sin embargo, toda Latinoamérica sufre el mismo problema. Es decir, que el problema de la apreciación es bastante menor cuando se mide en pesos chilenos, o colombianos o argentinos que cuando se calcula en dólares. Y muchas veces la apreciación mensual que registramos en Brasil resulta igual que en Chile, por ejemplo.
Y no hay que olvidar que Marcopolo tiene plantas en diversas partes del mundo lo que le permite comprar materiales fuera de Brasil y reducir así los costos.
Naturaleza optimista
- ¿Qué le parece la situación de la economía mundial? - Yo soy por naturaleza optimista. La vida me enseñó que los problemas siempre tienen una solución. Sin embargo, ahora estoy preocupado por la situación de Europa y el riesgo de que la crisis se extienda a España, una economía más grande que puede complicar las cosas. En EEUU el crecimiento del mercado sigue bajo. Pero no tengo particularmente una expectativa de que los mercados desarrollados vayan a ser las locomotoras que saquen al mundo adelante. Más bien creo que serán los países emergentes, que están reclamando su espacio, los que sacarán al mundo adelante. Países como India, China, y los países de Latinoamérica, donde millones de personas buscan elevar su nivel de vida van a impulsar al mundo en este siglo.
- ¿Y el panorama regional? - Para Marcopolo Latinoamérica es su mercado principal y el mundo del bus está muy conectado con la economía porque es un bien de capital que demanda inversiones grandes y financiamiento. La situación es bastante positiva con la excepción de México, que sigue bajo los niveles tradicionales debido a su relación con EEUU. El mercado brasileño está en un ciclo muy fuerte, renovando las flotas de buses y disminuyendo la edad promedio. No hay que olvidar que viene la Copa Mundial de Fútbol y los Juegos Olímpicos. Todo está estimulando a los empresarios a la renovación de flotas. Argentina, que también es un mercado importante para Marcopolo, sigue un momento económico positivo. En Colombia, el Transmilenio, que es un proyecto de transporte tan importante como el Transantiago, está en fase de crecimiento. Marcopolo tiene una participación muy importante en este proyecto. Y Colombia está exportando a Panamá, que también está haciendo un proyecto de Bus Rapid Transit (BRT).
Y no hay que olvidar Chile, uno de los mercados más competitivos de Latinoamérica por su nivel de apertura internacional, que se mantiene en buen pie, porque persiste un nivel de renovación importante.
La brasileña Marcopolo es una de las 100 empresas de países emergentes que se está expandiendo más rápido en los mercados internacionales. El mayor productor de carrocerías de Sudamérica, tiene fábricas en China, Sudáfrica y Egipto, además de sus instalaciones en Latinoamérica. En 2006 firmó una alianza con Tata, el mayor fabricante de buses y camiones de India, y dos años después cerró un acuerdo similar con Ghabbour, el principal operador independiente de Medio Oriente.
Por estas razones, su director ejecutivo, José Rubens de la Rosa, es uno de los invitados al Foro Multilatinas que reunirá mañana en Santiago a las compañías regionales con mayor peso global.
En medio de la volatilidad de las materias primas y el tipo de cambio, el ejecutivo está preocupado por el panorama económico mundial, con el riesgo de una nueva crisis en Europa. Sin embargo, confía en que la misma fuerza que está impulsando la transformación de su compañía, va a consolidar la recuperación. ¿A qué fuerza se refiere el ejecutivo brasileño? Al deseo de millones de personas en el mundo emergente de alcanzar el nivel de vida que hoy disfrutan los países industrializados. “Este será el siglo de los emergentes que quieren tener un espacio en el mundo y las demandas de millones de personas por mejorar su calidad de vida impulsará al mundo”, aseguró.
- ¿Cómo afecta la volatilidad de las materias primas su operación? - Lo primero que tenemos presente es que quien finalmente nos paga son los pasajeros porque la tarifa marca el límite de lo que pueden recaudar los transportistas. Dentro de este marco el bus debe ser lo más económico posible. Por económico no se considera sólo el costo del bus, sino también el costo de operación, y la duración del bus. Si los materiales son mejores, aunque sean más caros, pueden extender la vida útil, y el costo de depreciación será menor. Considerando estos factores, Marcopolo mantiene el costo total del bus bien controlado.
- ¿Pero cómo afrontan ustedes específicamente esa volatilidad? - Nuestra empresa tiene algunas ventajas. Gracias a sus dimensiones podemos hacer compras por volúmenes muy grandes y tenemos relaciones de largo plazo con los proveedores que nos asegura una menor volatilidad. En cualquier caso, nuestros productos son hechos por encargo. No mantenemos existencias. Cuando llega un cliente hacemos la cotización, consideramos los costos de los materiales al momento de la entrega y se negocia un precio.
- ¿Y cómo los ha afectado la apreciación del real? - Es complicado porque eleva los costos en dólares. Sin embargo, toda Latinoamérica sufre el mismo problema. Es decir, que el problema de la apreciación es bastante menor cuando se mide en pesos chilenos, o colombianos o argentinos que cuando se calcula en dólares. Y muchas veces la apreciación mensual que registramos en Brasil resulta igual que en Chile, por ejemplo.
Y no hay que olvidar que Marcopolo tiene plantas en diversas partes del mundo lo que le permite comprar materiales fuera de Brasil y reducir así los costos.
Naturaleza optimista
- ¿Qué le parece la situación de la economía mundial? - Yo soy por naturaleza optimista. La vida me enseñó que los problemas siempre tienen una solución. Sin embargo, ahora estoy preocupado por la situación de Europa y el riesgo de que la crisis se extienda a España, una economía más grande que puede complicar las cosas. En EEUU el crecimiento del mercado sigue bajo. Pero no tengo particularmente una expectativa de que los mercados desarrollados vayan a ser las locomotoras que saquen al mundo adelante. Más bien creo que serán los países emergentes, que están reclamando su espacio, los que sacarán al mundo adelante. Países como India, China, y los países de Latinoamérica, donde millones de personas buscan elevar su nivel de vida van a impulsar al mundo en este siglo.
- ¿Y el panorama regional? - Para Marcopolo Latinoamérica es su mercado principal y el mundo del bus está muy conectado con la economía porque es un bien de capital que demanda inversiones grandes y financiamiento. La situación es bastante positiva con la excepción de México, que sigue bajo los niveles tradicionales debido a su relación con EEUU. El mercado brasileño está en un ciclo muy fuerte, renovando las flotas de buses y disminuyendo la edad promedio. No hay que olvidar que viene la Copa Mundial de Fútbol y los Juegos Olímpicos. Todo está estimulando a los empresarios a la renovación de flotas. Argentina, que también es un mercado importante para Marcopolo, sigue un momento económico positivo. En Colombia, el Transmilenio, que es un proyecto de transporte tan importante como el Transantiago, está en fase de crecimiento. Marcopolo tiene una participación muy importante en este proyecto. Y Colombia está exportando a Panamá, que también está haciendo un proyecto de Bus Rapid Transit (BRT).
Y no hay que olvidar Chile, uno de los mercados más competitivos de Latinoamérica por su nivel de apertura internacional, que se mantiene en buen pie, porque persiste un nivel de renovación importante.