Advierten a empresas que obligar a trabajadores a vacunarse podría generar una reacción adversa
El deseo de las gerencias de asegurar un retorno sostenible choca con los elevados niveles de desconfianza de muchos empleados.
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Andrew Edgecliffe-Johnson en Nueva York
Las empresas estadounidenses se arriesgan a sufrir una reacción adversa si insisten en que el personal sea vacunado contra el Covid-19 antes de regresar al lugar de trabajo, según los asesores corporativos, que advierten que el deseo de los empleadores de exigir la medida chocará con las profundas preocupaciones de muchos trabajadores.
Una encuesta a los líderes de algunas de las mayores empresas de Estados Unidos la semana pasada encontró un fuerte apoyo a la idea de exigir las vacunas, con 71% de los 150 directores ejecutivos en una cumbre de la Escuela de Administración de Yale señalando que la medida debería ser una condición para retornar a las oficinas.
De manera similar, la Sociedad para la Gestión de Recursos Humanos informó el viernes que 61% de sus miembros planea "alentar" a los empleados a recibir la vacuna y 38% considera que la vacunación es "muy necesaria" para la sostenibilidad de su organización.
Pero una encuesta de CNBC/SurveyMonkey a más de 9 mil trabajadores estadounidenses mostró más desconfianza entre los empleados, con 41% señalando que se oponen a que sea una obligación, y 25% rechazando “fuertemente” la idea.
"Yo aconsejaría en contra de asumir que una obligación de vacunarse en el trabajo es algo apropiado", dijo a Financial Times David Nabarro, enviado especial del director general de la Organización Mundial de la Salud para el Covid-19. Las empresas tienen "un papel muy importante" en fomentar la vacunación, pero deben hacerlo mediante conversaciones transparentes con los trabajadores, dijo.
Obligar a los empleados a vacunarse es "una apuesta peligrosa para las empresas", advirtió Richard Edelman, director ejecutivo de Edelman, la firma de relaciones públicas más grande del mundo. En lugar de arriesgarse a una reacción violenta de los empleados, dijo, las empresas deberían intentar informarles sobre los beneficios de la vacunación y persuadirlos.
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Riesgos legales
En una guía emitida a sus clientes la semana pasada, el bufete de abogados Gibson Dunn escribió que los empleadores esperan poder permanecer al margen de las "guerras de las vacunas", pero es probable que se encuentren en la primera línea, "atrapados entre imperativos de salud pública, temores de responsabilidad legal y una fuerza laboral descontenta".
Otros abogados laborales dijeron que los clientes habían expresado preocupación por posibles reclamos de compensación de empleados que experimenten efectos secundarios graves.
La Comisión Federal de Igualdad de Oportunidades en el Empleo aclaró la semana pasada que las empresas pueden prohibir que los empleados entren a los lugares de trabajo si se niegan a vacunarse, sujeto a exenciones religiosas y médicas.
Pero dado que la vacunación no es obligatoria a nivel federal o estatal, y con algunos estados prohibiendo a las empresas exigir que los empleados se vacunen, la decisión ha quedado en gran medida en manos de los empleadores. Eso los ha dejado "caminando por la cuerda floja" entre el apoyo a su negocio y el respaldo a sus empleados, dijo Lisa Frydenlund, asesora de recursos humanos de SHRM.
Frydenlund dijo que había hablado con una compañía que estaba considerando ofrecer a los empleados otro US$ 1 por hora si aceptaban vacunarse, "pero eso en sí mismo puede ser un poco complicado, así que creo que los asesores legales estarán ocupados durante los próximos meses".
“Mi creencia personal siempre ha sido que en salud pública se obtienen mejores resultados al construir relaciones de confianza con el público, y que obligar a las personas a comportarse de una manera particular generalmente no es una buena idea”, dijo Nabarro. "Eso es especialmente importante en este momento porque en la mente de muchas personas existe incertidumbre sobre estas vacunas".
Empresas en la mira
Las encuestas realizadas el mes pasado por Employee Benefit Research Institute y Greenwald Research encontraron que casi una cuarta parte de los empleados estadounidenses no piensa vacunarse y los estudios de Pew Research Center han mostrado niveles más fuertes de escepticismo entre republicanos y afroamericanos.
Laura Boudreau, profesora asistente de negocios y economía en Columbia Business School, dijo que durante la pandemia las grandes empresas afrontaron fuerte escrutinio público por su trato a los empleados y deberían pensar cuidadosamente si se necesita imponer una exigencia.
“En entornos de alta densidad, como las fábricas, donde sabemos que este virus se propagará, es muy probable que esto deba ser obligatorio, pero ese no es el caso para todas la fuerza laboral”, dijo: “Para las empresas de oficinas que han hecho la transición casi en su totalidad a lugares de trabajo remotos, no es tan obvio que una política de vacuna obligatoria sea lo mejor".
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