Colombia busca canjear las armas de Estados Unidos por ayuda económica
- T+
- T-
Bogotá / Washington
Hace quince años la guerra civil de Colombia llevó a Washington a unas polémicas ofensivas anti narcóticos y anti guerrillas llamadas “Plan Colombia” que muchos en la capital de Estados Unidos temían que mutaría en un Vietnam latino. Ahora, después de cinco décadas de conflicto alimentado por las drogas y US$ 10 mil millones en ayuda de Estados Unidos, las conversaciones de paz se están acercando a su fase final.
Hoy, cuando Colombia lucha con la desaceleración de la economía, Barack Obama, el presidente de Estados Unidos, y el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, discutirán impulsar esa ayuda, que muchos elogian como un éxito poco común en la política exterior bipartidista de EEUU, para ayudar a implementar los acuerdos de paz.
La visita de Santos a Washington llega cuando el gobierno comienza una nueva ronda de conversaciones de paz en Cuba con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, o FARC. Las conversaciones, que se han prolongado durante más de tres años, se encuentran en su fase final y pronto podrían poner fin a un conflicto que ha cobrado 225.000 vidas.
“Lo que el gobierno colombiano y la administración de Obama quieren hacer es presentar esto como una nueva fase del Plan Colombia, que no es el momento de saltar del caballo todavía”, dice Adam Isacson, experto en seguridad colombiana en la Oficina de Washington en América Latina. “Creo que un aumento significativo (en fondos) es posible”.
Colombia recibió US$ 288 millones en ayuda de Estados Unidos el año pasado, según una fuente diplomática, que destacó que el aumento era muy necesario.
“Sin el Plan Colombia no estaríamos donde estamos ahora, negociando el fin del conflicto”, dijo Mauricio Cárdenas, ministro de Hacienda de Colombia, a Financial Times. “Pero ahora tenemos que pensar en la siguiente etapa, y la siguiente etapa no es el Plan Colombia, es otra cosa”.
Agregó: “eso significa la inversión en un número de áreas que son necesarias para asegurarse de que tengamos éxito en el cumplimiento del acuerdo de paz”, incluyendo los sustitutos para la producción de drogas ilícitas, la construcción de infraestructura y la mejora del estado de derecho en las zonas rurales que son las más afectados por la guerra”.
Pero el cuarto mayor productor de petróleo de América Latina ha visto sus ingresos reducirse junto con la caída de los precios del crudo, por lo que el gobierno ha estado buscando otras fuentes: “Tendremos que movilizar recursos, nacionales e internacionales. Necesitamos donaciones, necesitamos que los países donantes ayuden a Colombia a tener éxito en poner fin al conflicto”.
Los funcionarios estadounidenses dijeron que el nivel de asistencia a Colombia aumentaría en el presupuesto de 2017, que está previsto que se publique la próxima semana, pero se negaron a dar más detalles.
Roberta Jacobson, secretaria de Estado adjunta para el Hemisferio Occidental, dijo que la ayuda estadounidense en la siguiente fase se centraría en áreas como la lucha contra el narcotráfico, la eliminación de las minas y el proceso legal en torno a las víctimas del conflicto.