La deuda del gobierno griego se adentra aún más en territorio basura
La presión sobre Grecia aumentó ayer luego de que Moody’s recortara su calificación...
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Por R. Atkins, K. Hope y P. Spiegel
La presión sobre Grecia aumentó ayer luego de que Moody’s recortara su calificación de crédito en tres peldaños, a Caa1 desde B1, manteniendo su perspectiva negativa.
La agencia calificadora citó un riesgo creciente de que la economía periférica europea no logre estabilizar su posición de deuda sin una reestructuración.
Grecia respondió diciendo que Moody’s no estaba tomando en cuenta los esfuerzos de Atenas de poner las finanzas del país en equilibrio.
“(La rebaja) está influenciada por intensos rumores en la prensa y pasa por alto los compromisos del gobierno griego de cumplir con sus objetivos fiscales para 2011 y acelerar las privatizaciones”, acusó el ministerio de Finanzas heleno en una declaración.
Antes de la rebaja, el Banco Central Europeo había respaldado la idea de alentar a los bancos a refinanciar los bonos griegos como una forma de ayudar al país a salir de su difícil situación económica.
El consejero del Banco Central Europeo (BCE), Jürgen Stark, dijo en una entrevista con el diario italiano financiero Sole 24 Ore, que un plan en el que los inversionistas compraran nuevos bonos para reemplazar los títulos que fueran venciendo, “sería una forma de involucrar al sector privado en el financiamiento de Grecia”.
Sus comentarios sugieren que el BCE está abierto a nuevas ideas para llenar la brecha de financiamiento helena.
Stark hizo una clara distinción entre un plan de refinanciar la deuda y una reprogramación de la deuda, no obstante, que implicaría que Grecia dejara de cumplir sus compromisos con los inversionistas. El BCE se mantiene contrario a cualquier tipo de reestructuración, que considera que podría tener un impacto catastrófico en Grecia y otros países.
Pese al apoyo del BCE, no está claro cómo funcionaría un plan de refinanciamiento en la práctica. La banca privada tendría que tener incentivos considerables para reinvertir fondos en bonos griegos -el mismo BCE, que posee cerca de 45.000 millones de euros en deuda soberana griega, no compraría nuevos bonos. Pero un refinanciamiento podría ayudar a ganar apoyo en Berlín, donde los políticos están a favor del rol del sector privado en ayudar a Grecia.
Al gobierno griego le ha tomado cuatro semanas de negociaciones sin precedentes alcanzar un borrador de acuerdo con la Unión Europea y el FMI sobre medidas de emergencia para rescatar el presupuesto de este año, un plan de reforma estructural a mediano plazo y un programa de privatizaciones de largo alcance.
George Zannias, un alto funcionario del ministerio de Finanzas, debía presentar el borrador del trato en una reunión de vice ministros de Finanzas de la eurozona en Viena, según personas relacionadas con las negociaciones del FMI y la Unión Europea. “El paquete está casi completo, pero aún hay un área gris con respecto a la estructura de la organización que administrará el programa de privatización”, dijo una de esas personas.
Grecia está bajo presión para que acepte la participación internacional tanto en la recaudación de impuestos como en la privatización de activos estatales -áreas donde no ha logrado cumplir los objetivos del FMI y la Unión Europea- a cambio de entre 60.000 millones de euros y 70.000 millones de euros de financiamiento fresco durante los próximos dos años y medio.
Un oficial dijo que las discusiones “ciertamente” concluirían dentro de días. Los negociadores esperan tener el acuerdo listo en la próxima reunión formal de los ministros de Finanzas de la Unión Europea en tres semanas.