Sokol arroja una larga sombra sobre Buffett
Un “traspié” en la compra de acciones...
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Por Francesco Guerrera y
Dan McCrum
¿Cómo pasó un “traspié” de un ejecutivo cuyas contribuciones a Berkshire Hathaway habían sido “extraordinarias” a convertirse en una posible causa para acciones legales en menos de un mes?
La pregunta que enfrenta Warren Buffett por la sorpresiva partida de David Sokol, su posible sucesor al mando de Berkshire, probablemente tendrá eco en el estadio de Omaha donde miles de inversionistas se reunirán este fin de semana para su junta anual de accionistas.
El 30 de marzo, Buffett emitió un inusual comunicado de prensa anunciando la renuncia de Sokol, veterano de Berkshire y favorito para sucederlo como director ejecutivo del conglomerado empresarial.
Buffett elogió profusamente a Sokol y, recién en mitad del comunicado, mencionó las operaciones del ejecutivo en las acciones de Lubrizol, una firma que Berkshire terminó comprando por US$ 9.000 millones el mes pasado.
“Ni Dave ni yo sentimos que sus compras de Lubrizol hayan sido ilegales en modo alguno. Él me dijo que no fueron un factor en su decisión de renunciar”, escribió el legendario inversionista. Charlie Munger, socio de largo tiempo de Buffett, usó un tono similar, diciendo a Financial Times que las acciones de Sokol habían sido un “traspié”.
Pero la noche del miércoles, el comité de auditoría de la empresa difundió un informe condenatorio de las acciones de Sokol y dijo que estaba considerando “posibles acciones legales” contra él, un cambio radical respecto de las declaraciones previas de Buffett.
Ayer, el “Sabio de Omaha” mantuvo el silencio, dejando a los abogados de ambas partes hacer las declaraciones.
Barry Levine, socio de Dickstein Shapiro que representa a Sokol, negó la aseveración de Berkshire de que las revelaciones del ex ejecutivo a los socios principales acerca de sus operaciones con Lubrizol eran “engañosamente incompletas”.
El informe acusó a Sokol de violar las políticas de información privilegiada y el código de conducta de Berkshire.
Según el comité de tres miembros, encabezado por Tom Murphy, ex presidente de ABC, Sokol compró acciones de Lubrizol por unos
US$ 10 millones antes de recomendar la empresa a Buffett como potencial objetivo de compra y después de oír que su director ejecutivo discutiría el interés de Berkshire con el directorio del grupo químico.
En una declaración difundida el miércoles, Levine rechazó esas aseveraciones y dijo que el comité de auditoría ni siquiera tuvo “el cuidado y decencia” de hablar con Sokol antes de emitir su informe de 18 páginas. El comentario llevó a Ron Olson de Munger Tolles and Olson -la firma de abogados de Munger- a replicar con su propia declaración, diciendo que Sokol no había estado disponible para el comité de auditoría. Olson añadió que el ejecutivo había sido entrevistado al menos tres veces acerca de sus operaciones con Lubrizol por los gestores de Berkshire.
Levine también dijo que a Buffett se le mencionó en dos ocasiones el interés de Sokol en Lubrizol, no una como recoge el informe, despertando preguntas en cuanto a por qué no investigó más en la oportunidad de esas operaciones.
Más allá de las escaramuzas legales (Berkshire ya es objeto de al menos la demanda de un accionista), inversionistas y expertos en gobierno societario plantearon preguntas respecto del funcionamiento interno de la empresa.
Para algunos, los eventos subrayan las debilidades en el estilo de gestión abierto de Buffett, diciendo que puede dar demasiado espacio a las cabezas de las empresas componentes de Berkshire, y en su decisión de designar a aliados en el directorio del grupo que controla.
Otros pidieron a Buffett que nombre un sucesor en la junta anual, poniendo fin a la incertidumbre y temores respecto de quién se hará cargo una vez que muera o si queda incapacitado. Ajit Jain, quien dirige el gran negocio de seguros de Berkshire, es el actual favorito.
Los inversionistas parecen haber tomado el drama con calma, con las acciones de Berkshire apenas moviéndose desde el anuncio de la salida de Sokol.
Pero algunos, como Michael Van Biema de Biema Value Partners, esperan que Buffett tome medidas correctivas el sábado.