Triunfo demócrata en ambas cámaras del Congreso de EEUU agregará presión a la debilidad del dólar, dicen los analistas
Se espera que una mezcla de mayor inflación y una política monetaria ultra relajada perjudique a la divisa estadounidense.
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E. Szalay en Londres y C. Smith en Nueva York
La victoria del Partido Demócrata en la segunda vuelta del Senado esta semana se sumará a la presión a largo plazo sobre el dólar estadounidense, que ya se esperaba que continuara su caída este año, dicen los analistas.
El dólar ha comenzado 2021 en un pie debilitado después de registrar pérdidas de 7% el año pasado frente a una canasta de sus pares. Esta semana, tocó sus niveles más bajos desde abril de 2018, lo que ayudó a impulsar al euro y al yuan (renminbi) chino a máximos de varios años.
La moneda estadounidense ha estado en una racha descendente desde las inéditas acciones tomadas por la Reserva Federal el año pasado para limitar la agitación causada por la crisis del coronavirus. Las expectativas de que mantendría las tasas bajas durante años han animado a los inversionistas a mirar más allá de los refugios tradicionales como el dólar y buscar rincones más riesgosos en el mercado.
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Las victorias del partido de Joe Biden esta semana en el Senado han dejado a los analistas preguntándose si sus ya moderadas proyecciones son lo suficientemente modestas.
El cambio político es "un claro factor negativo para el dólar y refuerza nuestra visión de una mayor depreciación en 2021", dijo Derek Halpenny, jefe de investigación de mercados globales para MUFG Bank, y agregó que podría conducir a una mayor depreciación de la moneda que lo esperado previamente.
Garantías de la Fed
Biden se ha comprometido a expandir el estímulo de US$ 900 mil millones ya acordado en el Congreso, alimentando las expectativas de que un mayor gasto público impulsará la inflación. Eso podría erosionar el valor de los activos en dólares, a menos que la Fed suba las tasas.
El banco central aseguró el año pasado que está dispuesto a permitir que su meta de inflación de 2% sea excedida, lo que cimentó las expectativas de que mantendría las tasas ultrabajas en los próximos años.
La garantía de la Fed en su última reunión de política de diciembre de que mantendría su programa de compra de activos de US$ 120 mil millones mensuales hasta que "se haya logrado un progreso sustancial adicional" en la recuperación ha agregado una presión a la baja adicional sobre la moneda, según a Steven Englander, director global de investigación de G10 FX en Standard Chartered.
Otros países serán más rápidos en endurecer la política monetaria, predijo. “El resto del mundo dirá que no está en condiciones de seguir imprimiendo papel y mantener una política fiscal sin restricción. Estados Unidos tardará más en llegar" a ese punto.
El dólar ya estaba listo para un año a la baja, a medida que la confianza regresa a la economía mundial con el lanzamiento de las vacunas para el Covid-19.
Los analistas de Goldman Sachs esperan un retroceso de la moneda de 5% este año ponderado por comercio, desde su nivel actual, mientras que Bank of America espera que el dólar caiga otro 2% frente al euro durante el mismo período.
"El dólar se mantiene cerca de su ciclo máximo con amplio espacio para una tendencia a la baja de varios años", dijo Gurpreet Gill, estratega de Goldman Sachs Asset Management.
Dominic Bunning, jefe de investigación de divisas europeas de HSBC, espera que el dólar registre sus mayores bajas frente a monedas que están vinculadas a los mercados de materias primas y tienden a subir cuando la economía mundial está en auge, como el dólar australiano, el dólar neozelandés y la corona noruega.
"El euro y el yen pueden tener alzas ligeramente menores frente al dólar porque es menos probable que se beneficien de un mayor apetito por el riesgo global", dijo.
Mercado desestima riesgos
Una cosa que podría hacer descarrilar la caída del dólar es una corrida por refugio que aliente a los inversionistas a comprar la moneda de reserva mundial.
Por ahora, han ignorado mayormente los resurgimiento en los casos de coronavirus y la nueva ronda de cuarentenas en las principales economías, así como la agitación política que se apoderó de Estados Unidos esta semana. La recuperación relativamente fuerte en Asia, particularmente en China, ha impulsado los activos más riesgosos y el ánimo de los inversores sobre la recuperación global, lo que ha contribuido a aumentar la depreciación del dólar. Y los estrategas tienen más claridad sobre la trayectoria del virus ahora que han surgido múltiples vacunas, lo que disminuye aún más el atractivo de los refugios seguros.
Pero algunos analistas dicen que cualquier obstáculo inesperado, ya sea en la capacidad de los gobiernos para detener el actual aumento de casos de Covid-19 o para distribuir las vacunas de manera efectiva, podría alterar la visión de consenso de una recuperación global sólida este año y provocar una corrida por el dólar.
"Tenemos un montón de riesgos en este momento a los que el mercado potencialmente no está prestando mucha atención", dijo Ben Randol, estratega cambiario de Bank of America. "Simplemente no creo que se pueda quitar la vista de los riesgos a corto plazo del virus".
Pero el estado de ánimo general entre los analistas es que, si no se produce una escalada importante en la crisis, el compromiso de la Fed con las tasas de interés bajísimas pesará sobre el dólar.
"Los fundamentos siguen siendo muy propicios para la debilidad del dólar", dijo Daniel Katzive, jefe de estrategia cambiaria para América del Norte en BNP Paribas. “Ese ha sido el caso desde marzo”.