Uno de los magnates más acaudalados de Rusia dijo ayer que se postulará a la presidencia para competir contra Vladimir Putin en las elecciones del próximo año, generando especulaciones de que el Kremlin está tratando de contener el creciente descontento público con su democracia “manejada”.
Mikhail Prokhorov, el tercer hombre más rico del país, entró a la arena política luego de las protestas del fin de semana que vieron a miles de electores manifestándose en Moscú contra un supuesto fraude en las elecciones parlamentarias. El anuncio de Putin en septiembre de que, tras cuatro años como primer ministro, regresaría a la presidencia el próximo año, ha generado indignación, particularmente en la clase media.
La decisión de Prokhorov de competir se produjo luego de que Alexei Kudrin, ex ministro de Finanzas, dijera que apoyaría la creación de un partido liberal como una alternativa al Rusia Unida de Putin. El anuncio generó especulaciones de que los políticos no estarían actuando en forma independiente, sino que habrían recibido una indicación del Kremlin.
“Si uno está en el régimen hoy y quiere dar la falsa sensación de confianza a la gente que cree que no hay pluralismo, estos son los dos personajes que elegiría”, dijo un empresario occidental en Moscú.
Liberales y pro empresas, Prokhorov y Kudrin podrían ser vistos como los líderes naturales para ese papel, mientras que al mismo tiempo parecerían en conflicto con el Kremlin. Para postular a la presidencia, Prokhorov debe obtener 2 millones de firmas de respaldo. Lilia Shevtsova, del Carnegie Centre de Moscú, cree que es poco probable que obtenga ese nivel de apoyo en su segmento demográfico.